LA HABANA, CUBA.– El líder comunista cubano Fidel Castro se reunió el pasado 28 de febrero con los cinco diplomáticos que Estados Unidos liberó recientemente, a los cuales acusaba de espías y que «El Comandante Castro» calificó de «héroes».
La reunión se produjo en una de las viviendas en que pernocta el líder de la revolución cubana, quien aparece en varias fotografías en diálogo ameno con éstos.
Castro aparece sentado y ellos a su alrededor, aplastados o sentados en el piso de la sala de espera o reuniones de la vivienda donde los recibió.
Los funcionarios cubanos liberados y que se reunieron con Castro son Antonio Guerrero Rodríguez, Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar y René González.
Éstos, a su llegada a La Habana, fueron condecorados por el presidente Raúl Castro Ruz, hermano de Fidel, quien el 24 de febrero pasado los declaró «Héroe de la República de Cuba» y «Playa Girón».
Los cinco fueron liberados en base a un acuerdo de intercambio de reos suscrito por los gobiernos cubano y de Estados Unidos, que incluyó la liberación del funcionario estadounidense Alan Gross, quien cumplió una pena de cinco años, acusado de espíar para su país.
El encuentro fue revelado por Castro en una carta publicada este lunes a la 1:03:18 de la tarde de este lunes en la portada de la página web del periódico oficial Granma.
La misiva tiene fecha del 1 de marzo de 2015, escrita a las 10:12 de la tarde, pero publicada este lunes, 2 de marzo, sdegún la web de Granma.
A continuación la carta de Fidel Castro Ruz en la que revela el encuentro:
Autor: Fidel Castro Ruz
2 de marzo de 2015 01:03:18
Foto: Estudio Revolución
Los recibí el sábado 28 de febrero, 73 días después que pisaron tierra cubana. Tres de ellos habían consumido 16 largos años de su más plena juventud al respirar el aire húmedo, maloliente y repugnante de los sótanos de una prisión yanki, después de ser condenados por jueces venales. Otros dos, que igualmente trataban de impedir los planes criminales del imperio contra su Patria, fueron condenados también a varios años de prisión brutal.
Los propios organismos de investigación, ajenos por completo al más elemental sentido de la justicia, participaron en la inhumana cacería.
La inteligencia cubana no necesitaba en absoluto seguir los movimientos de un solo equipo militar de Estados Unidos, porque esta podía observar desde el espacio todo lo que se movía sobre nuestro planeta a través de la Base de Exploración Radioelectrónica “Lourdes”, al sur de la capital de Cuba. Este centro era capaz de detectar cualquier objeto que se moviera a miles de millas de nuestro país.
Los Cinco Héroes antiterroristas, que nunca hicieron daño alguno a Estados Unidos, trataban de prevenir e impedir los actos terroristas contra nuestro pueblo, organizados por los órganos de inteligencia norteamericanos que la opinión mundial sobradamente conoce.
Ninguno de los Cinco Héroes realizó sus tareas en busca de aplausos, premio o gloria. Recibieron sus honrosos títulos porque no lo buscaron. Ellos, sus esposas, sus padres, sus hijos, sus hermanos, y sus conciudadanos, tenemos el legítimo derecho a sentirnos orgullosos.
En julio de 1953, cuando atacamos el Moncada, yo tenía 26 años y mucho menos experiencia que la que ellos demostraron. Si estaban en Estados Unidos no era para hacer daño a ese país, o tomar venganza por los crímenes que allí se organizaban y abastecían de explosivos contra nuestro país. Tratar de impedirlos era absolutamente legítimo.
Lo principal a su llegada era saludar a sus familiares, amigos y al pueblo, sin descuidar un minuto la salud y el riguroso chequeo médico.
Fui feliz durante horas ayer. Escuché relatos maravillosos de heroísmo del grupo presidido por Gerardo y secundado por todos, incluido el pintor y poeta, al que conocí mientras construía una de sus obras en el aeródromo de Santiago de Cuba. ¿Y las esposas? ¿Los hijos e hijas? ¿Las hermanas y madres? ¿No los va a recibir también a ellos? ¡Pues también hay que celebrar el regreso y la alegría con la familia!
Ayer, en lo inmediato, quería intercambiar con los Cinco Héroes. Durante cinco horas ese fue el tema. Dispongo desde ayer, afortunadamente, del tiempo suficiente para solicitarles que inviertan una parte de su inmenso prestigio en algo que será sumamente útil a nuestro pueblo.
Fidel Castro Ruz. Marzo 1 de 2015