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http://elcolosodemacorix.blogspot.com/2008/11/libro-conceptualizacin-cientfica-del.html
«¿Qué demonio os irrita y os hace maldecir? Si un libro os molesta: ¿quién os obliga leerlo?». Boileau.
A mis queridos y amados hijos, Elba Carolina Cabrera Moquete, Brenda Elizabeth y Enrique Antonio Cabrera Reyes desvelos y motivo de mi felicidad emocional. A Cándida Paola Moquete, hermana de mi hija Elba Carolina, a quien guardo afecto y cariño inmenso.
A mi hermano gemelo, Alberto Enrique, camarada de infortunio en la lucha a favor de los oprimidos y explotados. A mi hermano Tomas Rodríguez Vásquez, residente en Canadá y autor de dos libros, “Final inesperado”, novela, y “Luz y Sombra”, canciones y poemas. A la gente del pueblo que siempre nos han apoyado e identificados solidariamente con nuestra causa de justicia social. A los mártires y héroes que han luchado a costa de todos sacrificios y privaciones por darnos una patria digna, decente y de respeto. A todos mis amigos y amigas que siempre me han respetado y admirado por mi rectilínea verticalidad de apego a los principios morales de dignidad humana y vergüenza personal.
Con cariño y respeto, pues, hago de público conocimiento el presente libro. Gracias. 20 de marzo del 2008.
Necesaria introducción critica referencial y conceptual del libro titulado «Conceptualización Científica del Arte. Emociones Literarias y Humanas» del periodista Enrique Cabrera Vásquez (Mellizo).
Escrito por: Enrique Cabrera Vásquez (Mellizo).
La cosmovisión en que sustentamos el legajo de ensayos y trabajos de opinión periodísticas aquí expuesto, parten de la valoración de la realidad en que vivimos la cual se caracteriza por la mermada capacidad de asombro de la conciencia pública universal que atolondrada y confundida, (¿impotente?), se postra frente al predominio coyuntural de políticas desinformativas y tergiversadoras cuyo objetivo fundamental es invertir los reales valores de la humanidad; el mundo actual está impregnado por la masiva presencia de políticas de comunicación envolventes e hipnotizantés, de distracción y compromiso consumistas; social y económicamente globalizado en razón y atención de los intereses de elites dominantes.
Originalmente no se concibió que la ciencia y la tecnología fueran puestas al servicio de intereses absurdos. A través del acceso y uso privilegiado de los adelantos científicos y tecnológicos nos contaminan el cerebro condicionándonos la capacidad de pensar y producir ideas de bien. Vivimos bajo la tiranía de la mentira, los embustes predominan con protagónica presencia morbosa.
Lo que entendemos por las masas se comportan cual un amasijo de hombres y mujeres robotizado e idiotizados que responden mecánicamente consignas, despropósitos, mandatos, etc., etc., movilizándose sin rumbo, atrapados e idiotizados a merced de los caprichos e intereses de grupos dominantes del sistema mundial. Son seres atrapados, enajenados y fanatizados, rindiéndoles culto a sus verdugos y opresores. Existen pero no viven. Su capacidad emocional ha sido socabada.
No hay espacio para pensar sino para obedecer ciegamente el mandato del amo. Se endiosa el consumismo y se privilegia la corrupción. La referencia ética es ignorada. Es un mundo distorsionado, subvalorado, enajenado y embriagado de estupidez caminando de prisa a ningún lado.
El sentimiento público vive bajo el acoso de torrentes mentiras mediáticas lanzadas malignamente por las fuerzas predominantes en el universo social. Esta política lava cerebro mantiene en la idiotez a grandes conglomerado humanos. El común de la gente carece de pensamiento propio, consume su vida vertiginosamente satisfaciendo estólidas metas consumistas. El imperio mediático parece controlarlo todo. Hasta el sentido común de la apreciación pública ha sido socavado.
Los medios de comunicación tienen el objetivo de mantenernos confundido y esclavizado de la mentira. Pero lo más preocupante del caso es ver como conocidos comunicadores, comentaristas, periodistas y gentes supuestamente de bien se prestan a este juego difundiendo también mentiras, repitiendo cuales loros del sistema el rosario de infamia que se lanza contra prestantes hombres y mujeres que con coraje y dignidad enfrentan y denuncian esta situación. ¿Acaso lo hacen por ignorancia y falto de conocimientos?
«El cambio climático es una amenaza para el planeta superior al terrorismo, proclamó alarmado el científico británico Stephen Hawking, célebre por estar postrado en una silla de ruedas inmóvil hace más de treinta años y por haber escrito ese maravilloso best seller científico llamado «La Historia del Tiempo», se reseñó recientemente en la prensa internacional. Otros prominentes líderes políticos y opinantes del mundo también se han pronunciado insistentemente al respecto.
Nuestra atención principal debe estar dirigida en procura de políticas humanas y sociales que contribuyan a salvar nuestro planeta. A evitar la extinción de la especie humana. No en el sostenimiento y perfección de políticas lava cerebro para embrutecer más a nuestros pueblos.
Los medios de prensa y de comunicación deben educar, brindar orientaciones claras sobre estos problemas y no preocuparse por maquillar las atrocidades que a diarios se cometen en nombre de la paz, o en aras del mantenimiento de un sistema de oprobio y corrupción.
Ante el rumbo equivocado por el que camina el mundo bajo la conducción de fuerzas despóticas apelamos a algunas ideas enfatizadas por Eduardo Galeano cuando escribió:
«En tiempos oscuros, tengamos el talento suficiente para aprender a volar en la noche, como murciélagos; seamos lo suficientemente sanos como para vomitar las mentiras que nos obligan a tragar cada día; seamos lo suficientemente valientes como para tener el coraje de estar solos y lo suficientemente valientes como para arriesgarnos a estar juntos…
«Seamos lo suficientemente maduros como para saber que podemos ser compatriotas y contemporáneos de todos los que tienen una voluntad de belleza y una voluntad de justicia, sin importar dónde nacieron ni dónde se encuentran, porque no creemos en las fronteras de los mapas ni del tiempo, seamos lo suficientemente tercos como para seguir creyendo, contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena…»
«Seamos lo suficientemente locos como para ser llamados locos… seamos lo suficientemente inteligentes como para ser desobedientes cuando recibimos órdenes contradictorias a nuestra conciencia o contra el sentido común» (Eduardo Galeano).
Pero más de lo que podamos agregar, decir, y denunciar están estas otras ideas razonables de alcance mundial de Walter Benjamín, y que tengo a bien reproducir.
«En la era de la hiperreproducibilidad digital, la hiperindustrialización de la cultura representa el régimen de significación contemporáneo, cuya arista económico-cultural puede ser entendida como una hipermediatización».
«Los hipermedia administrados por grandes conglomerados de la industria de las comunicaciones son los encargados de producir, distribuir y programar el consumo de toda suerte de bienes simbólicos, desde casas editoriales multinacionales a canales televisivos de cobertura planetaria, pasando por la hiperindustria del Entertainment y todos sus productos derivados».
«Ahora bien, como todo régimen de significación, el actual posee modos de significación bien definidos que podemos sintetizar bajo el concepto de «virtualización».
«Más allá de una presunta «alineación» de la vida y en un sentido más radical, la virtualización puede ser definida por su potencial genésico, por su capacidad de generar realidad, es decir:» La fundamental dimensión de la reproducción mediática de la realidad no reside ni en su carácter instrumental como extensión de los sentidos, ni en su capacidad manipuladora como factor condicionado de la conciencia, sino en su valor ontológico como principio generador de realidad».
«A sus estímulos reaccionamos con mayor intensidad que frente a la realidad de la experiencia inmediata» (…) «el desarrollo de las industrias de la memoria, de la imaginación y de la información suscita el hecho y el sentimiento de un inmenso agujero de memoria, de una pérdida de relación con el pasado y de una desherencia mundial ahogada en un puré de informaciones de donde se borran los horizontes de espera que constituye el deseo»
Al tenor de las citas de pensamientos arriba enunciadas proclamo con fe en el futuro. Nuestra conducta pública está comprometida con el derecho a la vida; con la defensa de la flora, la fauna, ríos, playas, el medio ambiente, la diversidad de la vida y principios éticos y morales de dignidad, respeto y decencia.
Porque a pesar del inmenso dominio global de las fuerzas del mal y del odio, el mismo no es absoluto, Las citas recogidas así lo indican. Todo no está perdido. Un mundo mejor es posible.
¡Viva la humanidad! ¡Luchemos!