‘No he hecho nada malo’: Trump arremete contra los investigadores de los posibles nexos con Rusia
Escrito por: Peter Baker , Michael S. Schmidt y Maggie Haberman
The New York Times
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la Sala Este de la Casa Blanca, este miércoles en entrevista con The New York Times Credit Stephen Crowley/The New York Times
WASHINGTON, jueves, 20 de julio de 2017 .— El presidente Donald Trump dijo el miércoles que no habría nombrado a Jeff Sessions como procurador general si hubiera sabido que se recusaría de la investigación sobre la posible intervención rusa que ha perseguido su presidencia. Dijo que la decisión de Sessions fue “muy injusta con el presidente”.
En esta ruptura pública y notable con uno de sus primeros simpatizantes políticos, Trump se quejó de que al final el comportamiento de Sessions provocó la designación de un fiscal especial lo que, según él, nunca tendría que hacer sucedido. “Sessions no se tendría que haber recusado, y si lo iba a hacer, debió decirme antes de que aceptara el puesto y así yo habría nombrado a alguien más”, dijo Trump.
En una extensa entrevista con The New York Times, el presidente estadounidense también acusó a James Comey —el director del FBI que despidió en mayo— de intentar aprovecharse de un archivo con información comprometedora para mantener su trabajo. Trump criticó tanto al actual director del FBI —quien está en el cargo desde el despido de Comey— como al fiscal general suplente que lo recomendó y arremetió contra Robert Mueller III, el consejero especial que ahora encabeza la investigación del involucramiento de Rusia en las elecciones del año pasado.
Trump dijo que Mueller dirige una oficina plagada de conflictos de interés y le lanzó una advertencia a los investigadores en contra de profundizar en otros asuntos que no tengan que ver con Rusia. El mandatario no habló sobre la posibilidad de que podría ordenarle al Departamento de Justicia que despida a Mueller, ni esbozó las circunstancias en las que lo haría, sin embargo dejó abierta esa posibilidad mientras lamentaba profundamente esa investigación que le ha cobrado factura en términos políticos.
El presidente Donald Trump en el Despacho Oval en mayo Credit Doug Mills/The New York Times
“No creo que nos estén investigando. No estoy siendo investigado… ¿por qué? No he hecho nada malo”.
Trump, sobre pesquisa de vínculos rusos con su equipo de campaña
Cuando se le preguntó si consideraría que la investigación de Mueller se sobrepasa al ampliarse y revisar las finanzas de su familia más allá de cualquier relación con Rusia, Trump dijo: “Diría que sí”. Lo que no dijo es qué haría al respecto. “Creo que esa es una violación. Miren, todo esto es sobre Rusia”.
Aunque la entrevista abarcó una amplia variedad de temas como el sistema de salud pública, las relaciones exteriores y la política, la investigación sobre Rusia dominó la conversación. Trump dijo que, hasta donde sabe, no está siendo investigado a pesar de la información de que Mueller está explorando si el presidente obstruyó la justicia al despedir a Comey.
“No creo que nos estén investigando. No estoy siendo investigado… ¿por qué? No he hecho nada malo”, dijo.
En junio, el fiscal general Jeff Sessions testificó ante el Comité de Inteligencia del Senado. Credit Eric Thayer para The New York Times
Al describir una conversación informal con Vladimir Putin —que se dio a conocer hace poco— durante la cena de líderes mundiales en el G20, Trump dijo que hablaron durante unos quince minutos en los que básicamente solo intercambiaron comentarios corteses y se acercó porque Putin estaba cerca de la primera dama, Melania Trump.
El fiscal Robert Mueller en 2012 Credit J. Scott Applewhite/Associated Press
“La cena se movía hacia el postre. Fui a saludar a Melania y cuando estaba allí le dije hola a Putin. Realmente cortesías más que otra cosa. No fue una conversación larga pero fue, ya saben, como de quince minutos. Solo hablamos sobre cosas. De hecho, fue muy interesante, hablamos sobre adopción”, dijo.
Putin prohibió las adopciones de niños rusos por estadounidenses en 2012 después de que Estados Unidos sancionara los abusos a los derechos humanos ocurridos en Rusia, un asunto que sigue siendo un tema delicado en la relación con Moscú.
Trump reconoció que era “interesante” que surgiera el tema las adopciones dado que su hijo, Donald Trump Jr., indicó que ese había sido el tema que discutió con varios rusos vinculados al Kremlin durante una reunión en la Trump Tower en junio del año pasado.
“No había mucho que pudiera decir sobre Hillary Clinton que fuera peor de lo que ya estaba diciendo”.
Trump, sobre reportes de que su hijo quería conseguir información comprometedora de Clinton
Aunque en los correos electrónicos se muestra que la finalidad del encuentro era compartir información incriminatoria sobre Hillary Clinton, el presidente dijo que el año pasado no necesitaba ese material sobre su rival demócrata porque ya tenía más que suficiente.
“No había mucho que pudiera decir sobre Hillary Clinton que fuera peor de lo que ya estaba diciendo”, señaló Trump. “A menos de que alguien diga que le disparó a alguien en la espalda, no hay mucho que agregar al repertorio”.
Pero el mandatario reiteró que en ese momento no sabía que su hijo se había reunido con personas vinculadas a Moscú. Esta entrevista se produjo mientras la Casa Blanca intenta recuperar fuerzas después de que colapsara una medida sobre el sistema de salud y ahora que el hijo del presidente, su yerno y su exdirector de campaña fueron llamados a testificar ante el senado el próximo 24 de julio.
Relajado y comprometido, el presidente se sentó en el escritorio “Resolute” en el Despacho Oval acompañado de su asesora, Hope Hicks. La conversación se realizó luego de un almuerzo que tuvo con senadores republicanos y antes de un evento para promover la semana de “Hecho en Estados Unidos”.
En el transcurso de 50 minutos, Trump se exaltó por momentos pero también se mostró más ameno e hizo bromas sobre cómo le da la mano al presidente de Francia Emmanuel Macron y se imaginó un desfile militar en una avenida de Washington. Dijo que estaba satisfecho porque ha caído la tasa de desempleo y los mercados han registrado mejores números durante su mandato.
James B. Comey, el exdirector del FBI, testificando ante el Comité Judicial del Senado, el mes pasado Credit Carolyn Kaster/Associated Press
En algún momento, su hija Ivanka llegó a la puerta con su hija, Arabella, quien corrió hacia su abuelo y le dio un beso. Él se refirió a la niña de seis años como “bebé” y luego la instó a que le demostrara a los reporteros cómo puede hablar chino mandarín. Ella lo hizo.
“Jeff Sessions acepta el trabajo, se mete al trabajo, se recusa, lo que francamente creo es muy injusto para el presidente”.
Trump, sobre el fiscal general
Sin embargo, durante la entrevista fue evidente que la investigación sobre posibles vínculos rusos es una herida para su gobierno. Su arremetida contra Sessions también demostró que eso todavía lo afecta, aunque han pasado meses desde que se recusó el fiscal general. Sessions fue el primer senador en respaldar la candidatura de Trump y fue premiado con un cargo importante en el gabinete, pero recientemente se ha distanciado del mandatario.
“Jeff Sessions acepta el trabajo, se mete al trabajo, se recusa, lo que francamente creo es muy injusto con el presidente”, dijo. “¿Cómo aceptas un trabajo y luego te recusas? Si lo hubiera hecho antes de aceptar, le habría dicho: ‘Gracias, Jeff, pero no te voy a incluir’. Es extremadamente injusto, y esa es una palabra leve, con el presidente”.
Trump también criticó a Sessions por su comparecencia ante el senado para su confirmación al cargo, cuando el fiscal general dijo que no había tenido “comunicaciones con los rusos” pese a que se había reunido al menos dos veces con el embajador Sergei Kislyak. “Jeff Sessions dio respuestas equivocadas”, dijo el presidente. “Dio algunas respuestas que eran cuestiones sencillas y merecían respuestas sencillas, pero no lo fueron”.
Un portavoz de Sessions prefirió no comentar al respecto cuando fue contactado el miércoles. Aunque Sessions se pronunció este jueves y dijo que se quedó en el cargo “tanto tiempo como fue apropiado”.
El mandatario agregó una nueva acusación contra Comey, cuya destitución se ha vuelto un tema candente entre los críticos que sostienen que representa un intento de obstruir la investigación sobre el involucramiento ruso en la elección y la posible colusión con integrantes del equipo de Trump.
Según el presidente, unas dos semanas antes de su toma de posesión lo fueron a visitar Comey y otros agentes de inteligencia en la Trump Tower para un informe sobre la posible interferencia rusa. Comey después le dijo a Trump que había un archivo con información de un exespía británico lleno de acusaciones salaces contra el presidente, entre ellas detalles sobre sus supuestas aventuras con prostitutas en Moscú. El FBI no ha corroborado las afirmaciones del archivo.
En la entrevista, Trump dijo que creyó que Comey lo estaba informando para dejar claro que tenía algo comprometedor contra el presidente. “En mi opinión, lo compartió para que pensara que lo tenía por ahí”, dijo Trump. ¿A modo de ventaja? “Sí, eso creo, en retrospectiva”, contestó.
El mandatario también descartó las afirmaciones del archivo: “Cuando me lo trajo, dije: ‘esta es basura inventada’. No creo en nada de eso. Solo pensé, hijo, esta es una cosa muy falsa”.
Comey prefirió no comentar. Pero tanto él como otros agentes de inteligencia decidieron que lo mejor era mencionarle el tema a Trump, a solas, porque Comey seguiría siendo director del FBI. Cuando Comey testificó ante el congreso que reveló detalles del archivo, dijo que lo había hecho porque pensaba que los medios publicarían detalles al respecto y que Trump tenía derecho a saber qué información existía sobre él. Un resumen de dos páginas del archivo fue reportado en varios medios, incluido el Times, la semana antes de la toma de posesión.
“Mira, vean su testimonio. Su testimonio está lleno de mentiras, ¿ok?”.
El presidente descartó las aseveraciones de Comey quien sostiene que le pidió cerrar la investigación contra su exasesor de seguridad nacional Michael Flynn en una reunión en el Despacho Oval, el 14 de febrero, como Comey dijo ante el congreso. Según el exdirector del FBI, Trump le pidió al vicepresidente, al fiscal general y otros funcionarios de alto rango que se salieran de la oficina, antes de discutir el tema con Comey.
“No recuerdo haber hablado con él sobre nada de esto”, dijo Trump. “Él dijo que le pedí a la gente que se fuera. Mira, vean su testimonio. Su testimonio está lleno de mentiras, ¿ok?”. Trump dijo que no se siente arrepentido por haber despedido a Comey:
“Hice una gran cosa para el pueblo estadounidense”.
El mandatario también criticó a Mueller, exdirector del FBI, al recalcar algunas quejas en el pasado de que los abogados de la oficina de Mueller le dieron fondos a la campaña de Clinton. Hizo notar que había entrevistado a Mueller para remplazar a Comey, justo antes de que fuera nombrado fiscal especial.
“Estaba arriba y quería el trabajo”, dijo Trump. Después de que lo nombraron fiscal, “dije: “¿y esto de qué diablos se trata?’. Hablando de conflictos. Fue entrevistado para el trabajo. Hay muchos otros conflictos que no he mencionado, pero lo haré en algún momento”.
“Hay muchos otros conflictos que no he mencionado, pero lo haré en algún momento”.
Trump, sobre presuntos conflictos de interés en el poder judicial
El presidente también dijo que estaba descontento con el subprocurador Rod Rosenstein, quien es de Baltimore. Cuando Sessions se recusó en el tema ruso y Rosenstein quedó a cargo, Trump descubrió de dónde era y dijo que eso le molestaba. “Hay muy pocos republicanos en Baltimore”, indicó.
Se quejó de que Rosenstein ha estado en ambos bandos cuando se trata de Comey. El subprocurador general recomendó que Comey fuera despedido pero después nombró a Mueller, quien investiga si ese despido fue una obstrucción de justicia. “Pues eso es un conflicto de interés”, dijo Trump. “¿Saben cuántos conflictos de interés hay?”.
Trump también sugirió que Andrew McCabe, el director en funciones del FBI, tiene conflictos. La esposa de McCabe, Jill, recibió unos 500.000 dólares en 2015 de un comité de acción política vinculado al gobernador de Virginia, Terry McAuliffe cuando ella se postuló para el senado estatal. McAuliffe es amigo de Hillary y Bill Clinton.