SAN PEDRO DE MACORIS.- Fue traído a esta ciudad para recibir cristiana sepultura el cadáver del joven Rafael Alam, de 24 años, asesinado por dar un piropo,  hace una semana en El Bronx de la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.

El hoy occiso era oriundo del barrio México, de  esta ciudad.

Rafael Alam, un dominicano de 22 años de edad y residente en El Bronx, fue asesinado de un balazo en el pecho el  pasado domingo en la madrugada.

El crimen ha consternado a su comunidad ya que se trataba de un joven ejemplar, trabajador y alejado de conflictos. La policía está buscando a cuatro sospechosos, tres hombres y una mujer, cuyas fotografías difundió ayer lunes en los medios locales de comunicación. 

(Foto. El primer plano, el dominicano Rafael Alam de 22 años, asesinado de un balazo en el pecho en El Bronx, Los cuatro sospechosos buscados por la policía, su madre Rosie Boyer y dos de sus familiares).

Alam fue impactado con el disparo en la avenida Jerome y la calle 174 Este a las 6:00 de la mañana.

Fue declarado muerto en el hospital Bronx Lebanon donde fue ingresado por policías y paramédicos.

Los investigadores no han revelado los nombres de los sospechosos del asesinato del dominicano y al parecer, esperan identificarlos con la colaboración de la comunidad.

La madre de la víctima, señora Rosie Boyer, reclamó justicia y pidió a los matadores entregarse a las autoridades para que enfrenten la responsabilidad.

Describió a Alam como un gran hijo que nunca se metió en problemas.

«Sólo les pido que se entreguen», dijo entre sollozos la madre dominicana.

Una versión explica que la víctima se habría reunido con dos amigos después que salió del trabajo que tenía en una empresa de mantenimiento de la ciudad, pero no regresó a la casa.

La policía reveló que Alam, estaba sentado en el asiento delantero del pasajero de un vehículo y hablaba con una mujer, cuando un hermano de ella, se le acercó y le disparó en el pecho.

La familia de la víctima dijo que la mujer en cuestión, nunca estuvo en el interior del vehículo y hablaba desde el exterior con Alam.