Somalíes esposados en un vuelo de casi 48 horas en un intento de deportación desde EEUU

El vuelo llevaba a bordo a 92 detenidos y después de una escala de 23 horas en Senegal volvió a Estados Unidos

Los pasajeros alegan haber sido maltratados por los agentes de inmigración norteamericanos

traducido por Marina Leiva. Fuente: tomado de eldiario.es

Miércoles 20 diciembre 2017.- Según una demanda presentada a última hora del lunes, más de 90 hombres y mujeres somalíes fueron retenidos y esposados en un avión durante casi 48 horas y algunos fueron forzados a orinar en el asiento durante un intento fallido de deportación desde Estados Unidos.

Siete pasajeros que representan a los 92 que se encontraban a bordo alegaron que sufrieron «condiciones inhumanas y abusos atroces» en el vuelo del 7 de diciembre, que tenía como destino Mogadiscio, Somalia, pero que sólo llegó hasta Dakar, Senegal, donde fue retenido durante 23 horas antes de volver a Estados Unidos.

«Cuando los baños del avión se llenaron de desechos humanos, algunos de los detenidos se vieron obligados a orinarse encima o en botellas», explica la demanda. «Los agentes de la ICE [la Agencia de Inmigración y Aduanas, por sus siglas en inglés] ataron por completo a algunos que protestaron o simplemente se levantaron para hacer una pregunta. Los agentes patearon, golpearon o arrastraron a los detenidos por el pasillo del avión, y profirieron abusos verbales y amenazas».

La ICE no comenta sobre demandas pendientes pero negó toda alegación de maltrato en comunicados anteriores sobre el vuelo. La agencia dijo que el vuelo fue devuelto después de una escala en Dakar porque la tripulación de relevo no pudo descansar lo suficiente.

«Exploramos algunas opciones logísticas y la ICE decidió finalmente reprogramar la misión a Somalia y volver a Estados Unidos con los 92 detenidos», explica la agencia en un comunicado.
Varios vehículos arden tras la explosión registrada ante el hotel Safari de Mogadiscio, Somalia

Foto. Varios vehículos arden tras el atentado de al-Shabaab del pasado octubre, intensificado por la presencia de un camión cisterna en la zona de la explosión

Los demandantes, entre los que hay personas que han vivido en Estados Unidos durante décadas, dicen que tienen miedo a morir y ser perseguidos por el grupo yihadista al-Shabab, que propagó el terror en Somalia y mató a más de 500 personas el pasado octubre con una bomba de grandes dimensiones en un camión.

Este miedo ha aumentado por la atención generalizada que prestaron los medios de comunicación al vuelo cuando retornó a Estados Unidos.

«Cuando este vuelo regrese, todos sabrán (en Somalia) que están de vuelta, incluido al-Shabab», dice Rebecca Sharpless, abogada especializada en inmigración que ayudó a presentar la demanda.

En testimonios bajo juramento, los demandantes describieron escenas de violencia en el avión y su fuerte miedo a ser devueltos a Somalia, donde Estados Unidos ha desplegado el mayor número de tropas de los últimos 25 años, como parte de una amplia ofensiva contra al-Shabab.

El demandante Abdiwali Ahmed Siyad, de 33 años, dice que dejó Somalia en 1990 después de ser alcanzado por una bala, perder un ojo y ser apuñalado por un terrorista cuando tenía cuatro años.

Foto.- Entrada a uno de los campos de desplazados del valle del Shabelle, Somalia Pablo L. Orosa

«Un agente de la ICE pisó mis esposas, me dio un tortazo en la cara y me empujó dos veces», dijo Siyad en su testimonio bajo juramento. «Los agentes también me denegaron poder rezar o usar el baño».

Siyad dice que también le denegaron su medicación para la depresión y usó el baño una vez en 48 horas.

En su testimonio, Siyad, padre de un ciudadano estadounidense, dijo que no tiene ningún lazo con Somalia desde que su hermano fue asesinado y las propiedades de su familia incautadas por al-Shabab. «Debido a la prensa y a la información sobre el incidente del vuelo, tengo mucho, mucho miedo, de que al-Shabab sepa sobre mí y me asesine si vuelvo», dice Siyad.

Abogados de los deportados dicen que ICE indicó que el grupo podría ser devuelto a Somalia en cualquier momento.
Entrada a uno de los campos de desplazados del valle del Shabelle

La demanda colectiva pide a Estados Unidos que revise los casos de deportación de los pasajeros, ya que hay una ley estadounidense que prohíbe la deportación de personas a lugares en los que podrían estar expuestos a persecución o tortura. La demanda también pide a Estados Unidos hacerse cargo del tratamiento de las lesiones causadas durante el vuelo para asegurar que aquellos que sean deportados en el futuro no sufran abusos de la ICE.

Foto.- Refugiados somaliés huyen de la guerra y la  pobresa de su país

Antes de que se presentara la demanda, la ICE negó en un comunicado que hubiese heridos durante el vuelo: «Las alegaciones de maltrato a bordo del vuelo somalí son categóricamente falsas».

La agencia también comunicó que 61 de los 92 pasajeros tienen condenas penales, entre ellas homicidio, violación o agresión grave. Pero los abogados de los pasajeros dice que algunas de las penas son por delincuencia común como hurto en tiendas. «No estoy tremendamente convencida de que estemos deportando a lo peor de lo peor», dice la abogada Kim Hunter de Minnesota, que representa a dos de los pasajeros.

Hunter dice que alrededor de un tercio de los pasajeros, incluidos sus clientes, no tienen antecedentes penales. Muchos pasajeros también son solicitantes de asilo a los que se les negó protección aunque amigos y familiares recibieron protección temporal contra la deportación.

Foto.- Refugiados somaliés huyen de la guerra y la  pobresa de su país

En las últimas décadas, Estados Unidos ha evitado deportar personas a Somalia debido a su inestabilidad: sólo 31 personas fueron enviadas a Somalia en los años fiscales de 2012 y 2013.

A pesar de que el conflicto con al-Shabab va en aumento, Estados Unidos ha aumentado de manera dramática las deportaciones a Somalia desde finales de 2016. En el año fiscal de 2016, se deportó a 198 somalíes, cifra que aumentó a 521 en 2017.

Las redadas de inmigrantes somalíes con lazos establecidos desde hace mucho tiempo con su comunidad recuerda al intento de ICE en junio de deportar a más de 200 cristianos iraquíes.

Un juez federal frenó estas deportaciones por las «consecuencias extraordinariamente graves» a las que los detenidos podrían enfrentarse a su vuelta en Irak.

«Esto es ahora un patrón inquietante mediante el cual la ICE está centrando sus esfuerzos contra gente que lleva muchos años viviendo en la comunidad bajo estas órdenes de supervisión y con permisos de trabajo, y de repente son apartados de sus familias y sus comunidades», dice Sharpless.

Traducido por Marina Leiva

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