Se trata de la masacre número 53 registrada en el país en lo que va de 2021, que deja hasta el momento 200 muertos, este tipo de asesinatos selectivos y masivo es frecuente en Colombia donde operan grupos de narcos sicarios pagados por terratenientes y al servicio de la oligarquía que gobierna el país hace más de 50 años; la prensa controlada por el Poder nunca publica esas noticias.
Noticia internacional, lunes 19 de julio 2021.– El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) informó este domingo del asesinato de un líder social y otras tres personas en el municipio de Yolombó (Antioquia, Colombia). Se trata de la masacre número 53 registrada en el país en lo que va de 2021, que deja hasta el momento 200 muertos.
Las cuatro víctimas fueron identificadas como Luis Hernando Castrillón, tesorero de una Junta de Acción Comunal, su esposa, María Piedad Ramírez, y su hijo Esneyder. Un joven con dificultades cognitivas de nombre Fray Zapata también se encuentra entre las víctimas, asegura Indepaz.
De acuerdo con medios locales, el crimen fue perpetrado por diez hombres armados, presuntamente miembros de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (también llamadas Clan del Golfo), que dispararon repetidas veces contra esas personas cuando visitaban un establecimiento comercial en la vereda La Cruz.
El secretario de Seguridad de Antioquia, Jorge Ignacio Castaño, confirmó los hechos y rebeló que se ha desplegado un operativo del Ejército en la zona para dar con el paradero de los atacantes. Como parte de su estrategia, las autoridades han ofrecido hasta 100 millones de pesos (unos 26.000 dólares) para quien brinde información que permita su captura.
El comandante de la Séptima División del Ejército, Juvenal Díaz Mateus, rechazó el crimen y aseguró que una unidad especial desplegada en el lugar buscará a los autores. Asimismo, explico que miembros del Clan de Golfo han estado «intimidando a la población civil» de ese territorio, «donde tienen áreas dedicadas al negocio del narcotráfico».
La masacre ocurre una semana después del asesinato de cuatro miembros de una misma familia en una zona rural del municipio colombiano de Cravo Norte (departamento de Arauca), una región donde opera una célula del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las FARC.
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