¡Quizás un día se llamará Playa Guido Gil!

(El 17 de enero de 1967 se produjo la desaparición del abogado, periodista y dirigente nacional del Movimiento Popular Dominicano (MPD), Guido Gil Díaz, luego de haber estado dos días en prisión junto al entonces también miembro del Comité Central del MPD Julio Cesar Mota Acosta, nativo del barrio Miramar de San Pedro de Macorís, ambos fueron investigado personalmente por el comandante policial de La Romana, teniente coronel Simón Tadeo Guerrero González, quien lo consideró sospechoso de encabezar actividades subversivas en su calidad de asesor del sindicato del central azucarero del Central Romana).

¡Quizás un día se llamará Playa Guido Gil!

Escrito por: Tony Rafúl

Santo Domingo, martes 10 de agosto 2021.- Cuando el coro­nel Simón Ta­deo Guerrero puso en libertad a Guido Gil y a Julio César Mota, no tenía ninguna orden expresa de retenerlos. ¿Quién llamó pa­ra dar la orden siniestra de la ejecución marcial del doctor Guido Gil? ¿Cuál fue el real motivo de ordenar su asesi­nato, cuando las autoridades policiales de La Romana, tenían como objetivo contro­lar y reprimir actividades políticas, sin pasar todavía a las ejecuciones sumarias, sobre todo tratándose como en el caso de Guido, del apo­derado legal de los intereses de un sindicato? ¿De dónde provino la orden tardía? ¿Del Coronel Cornielle, jefe de la dotación policial de San Pedro o del coronel Ta­deo? Tadeo tuvo siempre fama de represivo que lo ha perseguido históricamente, aunque no de corrupto. Co­mo dato curioso, en 1994, en plena lucha por el despla­zamiento electoral del Presidente Balaguer del Poder y cuando se avizoraba la victoria del doctor Peña Gómez en esos comicios, el coronel Tadeo Guerrero apoyó la vic­toria de Peña Gómez, entre­gó colaboraciones al líder del PRD, incluso armas y pertre­chos militares y un chaleco anti balas, todo dentro del gran movimiento militar de reconocimiento a la victoria de Peña Gómez, que estuvo al punto de ponerle fin al dominio oligárquico tradicional del país. Un querido compañero, Manolín Báez, quien fue apresado varias veces por Tadeo en La Romana, después de abril de l965, recibió las armas y las colaboraciones de Tadeo en aquella crisis de 1994, como parte de un amplio sector militar que apoyaba a Peña Gómez.

Un importante ejecutivo del Central Romana, (empresa que sería adquirida posteriormente, durante el mismo año 1967 por la Gulf and Western), en una tertulia que se realizaba en el reconocido restaurante “Versalles” de Miami, Florida, todos los sábados, le dijo a un historiador dominicano, quien está vivo, y quien había hecho trabajos de investigación sobre plantaciones azucareras, que él había da­do la orden para la ejecución de Guido.     ¿Cómo se concibe que en un país con un ordena­miento territorial y jurídico in­dependiente, un funcionario de nacionalidad cubana norteamericana decidiera una acción de esa naturaleza? Según el testimonio ofrecido al historiador, ese funcionario cubano norteamericano, le dijo que la decisión de desaparecer a Guido fue dictada porque había recibido la información de que en una reunión de obreros en el local del Sindicato, se había hablado de secuestrar a los hijos de ese funcionario, con fines de presión laboral, y de que, quien había supuestamente presidido esa reunión, era Guido Gil, por lo que decidió desaparecerlo como “disuasivo”. El dato carecía de sustentación. Nunca se produjo de parte de Guido, alusión a un supuesto secuestro de los hijos del funcionario del Central. No era política de los grupos de izquierda secuestrar niños, no hay ningún precedente en toda la historia de nuestro país de un solo caso como ese. Reapresado en Macorís, Guido fue llevado a Higüey, desde donde se le envió al otro día a La Romana nuevamente, pero esta vez se le llevó a la que entonces era una playa solitaria, en horas del atardecer del 18 de enero de 1967.

Lo acompañaban tres agentes policiales, entre ellos el cabo Baldemiro Jiménez, alias “Mirito”, a quien se le gratificó luego con una par­cela de plantación de caña de azúcar. Uno de los tres, resul­taría ser el dirigente del PRD de la seccional del barrio obre­ro en San Juan Puerto Rico en 1976. Agonizando en su lecho de muerte me relató los últi­mos instantes de Guido. Desahuciado no quería morir sin confesarse ante mí. Esa playa se llama “Las Minitas”, que quizás un día se llamará Playa Guido Gil.

Nota de edición de El Coloso de Macorís:

1.- el ciudadano cubano-americano a que hace referencia el autor del trabajo se llama Teobaldo Rosel.

2.- Baldemiro Jiménez, alias “Mirito era hijo del calié Baldomero Jiménez propietario de la estación de gasolina situada en la calle General Cabral frente al centro médico De León. En 1965 Mirito junto a otro agente policial detuvo a eso de las ocho de la noche al jovencito de 14 años de edad, Enrique Cabrera Vásquez (Mellizo), mientras patrullaba por la calle Duverge en bicicleta. A Mellizo se le ocupó una resma de panfletos del Movimiento Revolucionario 14 de Junio (1J4) que en eso momento esparcía por el lugar, en cumplimiento de una tarea política. Fue puesto en libertad horas despues sin cargo por ser menor de edad.

(Foto del hoy abogado y escritor Julio Cesar Mota Acosta, quien fue apresado junto a Guido Gil en La Romana, ambos fueron puesto en libertad horas después, Guido junto a Mota se trasladó a la ciudad de San Pedro de Macorís, aqui amaneció en la casa de Manolo Rodríguez (Caco de Ñame), la dirección política del MPD en  Macorís, trató de convencerlo para que no saliera tan rápido hacia la capital previendo una vigilancia en la carretyera, Guido fue terco y emprendió el viaje que le costó su asesinato).

Leer: Crónica completa del arresto desaparición de Guido Gil

https://teledominicana.com/cronica-completa-del-arrestoy-desaparicion-de-guido-gil/

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