Un torrencial aguacero dejó una «lluvia de peces» en un aldea del norte de Honduras, un curioso fenómeno que desde hace años provoca incredulidad y dolores de cabeza a los científicos, según informes publicados este viernes en la prensa local.
Los vecinos de La Unión, departamento de Yoro, unos 300 km al norte de la capital, salieron con sus recipientes a recoger pequeños peces que cayeron en sus patios y en las calles de la comunidad, después de una tormenta con actividad eléctrica que se desató la noche del miércoles.
Los periódicos hondureños publicaron fotografías de niños mostrando los peces que aseguran haber recogido después de la tormenta, que se produce casi cada año en diferentes lugares de Yoro, uno de los 18 departamentos de Honduras.
Las hipótesis del fenómeno varían pero no hay certeza de las causas, algunas de las cuales sugieren que los peces son levantados por las corrientes y los vientos del Caribe, pese a que Yoro está a una distancia de 200 km del mar; otra dice que surgen desde las entrañas de la tierra por corrientes subterráneas.