Escrito por: Narciso Isa Conde

REPUBLICA DOMINICANA.- La decisión de Danilo Medina rechazando la ley que el pueblo le dictó al Congreso Nacional -equiparable a un suicidio político- obliga a la sociedad dominicana a poner en primer plano un nuevo plan de acción y una línea de confrontación con su Gobierno, que entrará en lo adelante en una fase de declinación de la fabricada aceptación registrada en encuestas anteriores.

Las luchas ahora confluirán hacia el Palacio Nacional y tendrán mayor profundidad política. El pueblo no le perdonará a Danilo que no haya preservado definidamente el tesoro natural de Miranda y que incluso extienda la impunidad depredadora a todos los proyectos mineros en marcha.

Si se valora que era el presidente Medina el único factor que contenía el desgaste de la dictadura morada, al quitarse la careta de gobernante que escuchaba al pueblo, su deterioro será progresivo y acelerado; más cuando casi todas las políticas públicas están en crisis y el empeoramiento de las condiciones de vida, de los servicios de salud, seguridad social y ciudadana, justicia, transporte, combustible, electricidad se convierte en un drama nacional.

El nuevo plan deberá tener en cuenta los niveles de indignación y las potencialidades de movilización a escala nacional, en este nuevo contexto.

Las declaraciones previas de Pelegrín Castillo, ministro de Energía y Mina, y de José Ramón Peralta, ministro administrativo de la Presidencia, fingiendo sapiencia uno e ignorancia el otro, conectadas con la contraofensiva de FALCONDO y de la gran burguesía transnacional y criolla, fueron evidentemente concertadas con Danilo y perseguían estos nefastos resultados, por lo que los enemigos de la patria lo felicitan hoy.

La victoria popular pretende ser escamoteada sin posibilidad de lograrlo. Serán derrotados de todas maneras. Y si XSTRATA NIQUEL-FALCONDO, persiste en esa insolente actitud, de seguro el pueblo demandará su salida del país.

Es muy relevante como se han alineado las fuerzas. Este tema y las luchas que ha generado ha tenido la virtud de confrontar a las transnacionales mineras, la Cámara Americana, el CONEP y toda la reacción extrema del país con un pueblo apoderado de la defensa de su patrimonio nacional y decidido a vencer o morir.