Escrito por: Dr. Jesús Feris Iglesias
La Organización Mundial de la Salud y la Oficina Panamericana de la Salud –OMS/OPS- han emitido, el día 9 de febrero en curso, una alerta epidemiológica ante los brotes de sarampión con implicaciones para los países americanos.
El motivo de esta alerta se debe a que, después de haber logrado la interrupción de la transmisión endémica del sarampión en 2002 en la Región de las Américas, se confronta un gran desafío en la actualidad por las importaciones desde otros continentes de casos de sarampión que ya se han registrado en algunos países.
La OMS/OPS señala que entre 2003 al 2014 el número de casos importados registrados llegó a 5,077. La mayoría entre 2011 con 1,369 y 2014 con 1,848 casos. Hasta la semana epidemiológica 5 del 2015 se han registrado 147 casos, siendo la mayor parte relacionada con el brote en los Estados Unidos. (Foto del Dr. Jesús Feris Iglesias autor del presente trabajo)
En Brasil, entre el 2013 y 2015 se han registrado un total de 971 casos, siendo más afectados los niños menores de cinco años con 37.1%, seguido de adolescentes y adultos entre 15 y 29 años con 33.2%. Cabe aclarar que no se han registrado defunciones.
Canadá está investigando dos brotes de sarampión no relacionados entre sí. Uno de ellos fue ubicado el 3 de febrero del corriente en la provincia de Quebec, con ocho casos vinculados al brote en el estado de California. Estos casos son miembros de una misma familia que no fueron vacunados por razones religiosas. El otro brote fue informado el 2 de febrero de este año en Toronto, provincia de Ontario. Hasta el momento no se ha encontrado la fuente ni los nexos entre los casos.
En los Estados Unidos de América, del primero de enero al 6 de febrero 2015, se han registrado 121 casos confirmados de sarampión en 17 estados incluyendo a Washington, D.C. La mayoría de estos casos que han sido 103, (85%) son parte del brote multiestatal, en curso, del parque de diversiones en California.
Según la OMS/OPS, el brote se inició probablemente con un viajero infectado fuera de los Estados Unidos que luego visitó el parque de diversiones. Aún no se ha reconocido la fuente. El genotipo identificado en el brote del parque es el B3, también causó un gran brote en Filipinas en el 2014.
Las OMS/OPS recomienda a los viajeros mayores de seis meses de edad, especialmente jóvenes deportistas que viajan para intercambios que no puedan mostrar prueba de vacunación contra el sarampión, vacunarse dos semanas antes de viajar, preferiblemente con la vacuna sarampión y rubeola o sarampión-rubeola-paperas.
Los niños vacunados antes de cumplir el año de edad deberán revacunarse de acuerdo al calendario de vacunas del país de origen. Las excepciones a estas recomendaciones sólo aplican en aquellos casos que, por indicaciones médicas, no deben ser vacunados.
Es recomendable que los viajeros conozcan los signos y síntomas del sarampión. Entre otros, cabe destacar: fiebre acompañada de coloración rojiza de la piel y mucosas, tos, secreción nasal transparente y enrojecimiento de los ojos. Igualmente, dolor de coyunturas y ganglios inflamados. Cuando se presenta este cuadro sintomatológico es conveniente acudir a ayuda profesional, evitar contacto con otras personas por siete días y quedarse en el lugar donde se hospedan.
A los profesionales de la salud se les recomienda promover la práctica de solicitar pruebas de vacunación contra el sarampión y rubeola al personal de la salud, administrativo y de seguridad hospitalaria. Deberían notificar inmediatamente cualquier caso sospechoso a las autoridades e interrogar siempre sobre la historia de viaje reciente.
Las recomendaciones para las personas que trabajan en turismo y transporte son de inmunizarse contra sarampión y rubeola.
El Programa Ampliado de Inmunizaciones de nuestro país deberá vacunar en una barrida, como habitualmente lo hace periódicamente a los menores de cinco años, y promover la vacunación al sector turístico de nuestra nación.