Escrito por: Almudena Domenech
San Diego (EE.UU.), 14 mar (EFE).- La doble antiagregación más allá de un año tras un infarto, con ácido acetilsalicílico (aspirina) y el antiplaquetario ticagrelor, reduce un 16 % el riesgo de otro ataque al corazón, un ictus o muerte cardiovascular.
Es el resultado del Estudio Pegasus-Timi, en el que han participado 21.000 pacientes de 1.100 centros en 31 países, y que se ha presentado hoy en la 64ª Sesión Científica Anual del American College of Cardiology en San Diego (Estados Unidos), y publicado simultáneamente en la revista New England Journal of Medicine.
El doctor Marc Sabatine, del Boston’s Brigham and Women’s Hospital, destacó que de esta investigación, en la que han trabajado 21 hospitales españoles, se desprende que los comprimidos de ticagrelor, de 90 y 60 miligramos junto con aspirina, redujeron «significativamente» los eventos cardiovasculares.
«Hay que destacar que las tasas de hemorragia intracraneal y de sangrado mortal fueron bajas», puntualizó el experto, sobre uno de los riesgos que presenta el doble tratamiento entre este grupo de pacientes, cuya característica común es que sufrieron un ataque cardíaco de uno a tres años antes del ensayo.
Investigaciones recientes han demostrado que uno de cada cinco afectados tendrá otro accidente cardiovascular en los tres años siguientes después de un infarto, incluso aunque no hayan tenido acontecimientos después de 12 meses, explicó a Efe el doctor José Luis López Sendón, coordinador del estudio y jefe del Servicio de Cardiología de Hospital Universitario La Paz, en Madrid.
Hasta el momento, para los pacientes en los que ha pasado más de un año desde un ataque al corazón el tratamiento de referencia es solo la aspirina y Ticagrelor (Brilique, de AstraZeneca) no está aprobado para la prevención secundaria de eventos aterotrombóticos tras doce meses desde que sucedió el infarto.
Sin embargo, matizó el doctor, los datos de esta investigación pueden «cambiar este paradigma y abren una nueva forma de prevención».
Elisabeth Bjöörk, directora de enfermedades cardiovasculares y metabólicas de desarrollo global de medicamentos de AstraZeneca, informó de que la compañía ha enviado a la Agencia Europea de Medicamentos y a la Food and Drug Administration de Estados Unidos la solicitud de «una posible nueva indicación».
En cuanto al temor de que usar antiagregantes más potentes conlleve un mayor amenaza de hemorragias, López Sendon pormenorizó que «habrá que determinar en la práctica clínica cuál es el posible riesgo-beneficio que tiene el enfermo» a la hora de prescribir este tratamiento combinado.
El presidente de la Sociedad Española de Cardiología, José Ramón González Juanatey, agregó, en declaraciones a Efe, que las hemorragias «mayores o fatales» no son «más importantes» en el grupo que tomó ticagrelor con aspirina, teniendo en cuenta que «se han excluido del ensayo los pacientes con alto riesgo de sangrar».
«Creo que una vez conocidos los resultados es necesario ponerlos en contexto clínico pero el estudio es positivo y abre un nuevo horizonte para reducir el riesgo en quienes han tenido un infarto hace más de un año y tienen bajo riesgo de sangrar», subrayó. Ahora toca, a su juicio, «reflexionar con cierta cautela sobre qué pacientes se pueden beneficiar más».
Los hospitales españoles que han participado en el estudio son La Paz, Puerta de Hierro, Infanta Leonor, Infanta Sofía y el Clínico San Carlos, en Madrid; Virgen Macarena (Sevilla); y Hospital del Mar, Vall d’Hebron, Bellvitge, Santa Creu y Parc Taulí, en Barcelona.
También lo han hecho el Son Llatzer y Son Espases, en Palma de Mallorca; Virgen de la Victoria (Málaga); San Agustín (Avilés) y Central de Asturias; General Universitario de Valencia; Comarcal Don Benito-Villanueva, en Extremadura; Virgen del Mar (Almeria); Basurto, en Bilbao y el Clínico de Santiago, en La Coruña. EFE