Cuando son pensionados lo sacan de la Seguridad Social
La población envejeciente requiere de mayores atenciones del Estado.
Un estudio realizado por el doctor Edgar Isidro Contreras Rosario destaca que el 44% de la población dominicana de la tercera edad no tiene acceso a los servicios de salud, a pesar de que es la que más atenciones requiere.
Sostiene que de 800,000, muchos están afiliados a diferentes instituciones, la prevalencia de enfermedades, transmisible y no transmisible, también se suma un gran aumento de los problemas de salud mental y sexual a esta población vulnerable.
Al presentar una investigación sobre el diagnóstico del acceso a la salud, nivel educativo y situación laboral de las mujeres mayores de 65 años del municipio de Boca Chica, en el período junio 2011 / junio 2012, para optar por la Maestría de Desarrollo Humano y Sostenible en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), el doctor Contreras Rosario recomendó la modificación de las leyes que regulan la jubilación y la inserción al trabajo de los envejecientes.
Propone aumentar una mayor edad de jubilación y la inserción en determinado tipo de labores de este segmento de la población, al igual que medidas preventivas y capacitar a las personas que van entrando en edad, para que aún con sus limitaciones físicas puedan ejecutar de manera exitosa.
La investigación revela que el 95 % de las mujeres de 65 años del municipio de Boca Chica tienen acceso a la salud, de las cuales el 70 % en el nivel privado, mientras que apenas el 20 % cuenta con una actividad remunerada.
Los datos revelan que el 50% de esta población tiene a alguien cercano que debe cubrir los costos, mientras que el 85% de la población estudiada tiene algún nivel de educación, de los cuales un 10% con un nivel secundario y el 75% primario.
El médico investido con el grado de magister en el INTEC , en su trabajo precisa que del 10% que tiene nivel secundario el 100% al momento cuenta con una actividad remunerada y acceso a la salud.
Asegura que de la población analfabeta arrojada (15%), un 33% no tiene acceso a la salud, mientras que un 33% tiene acceso a la salud privada e igual porcentaje tiene acceso a la salud pública.
La población con un nivel de primer grado (75%), de la cual el 100% tiene acceso a la salud en un alto porcentaje a la salud púbica; la población con un nivel de educación secundario (10%), de la cual el 100% tiene acceso a la salud, básicamente a la privada, lo cual es un indicativo de bienestar en un lugar donde la atención privada es superior.
El doctor Contreras Rosario sostiene que el100% de las mujeres mayores de 65 años que tienen un oficio remunerado un 20% tiene acceso a la salud. en contraste con las que no gozan de un oficio remunerado el 80%, entre las cuales un 7% que no tienen acceso a la salud.
Asegura que la calidad del empleo es relevante para la salud y la seguridad de los trabajadores, la desocupación, o los trabajos precarios, son más frecuentes entre las minorías étnicas, los migrantes, las mujeres y las personas jóvenes.
Reveló que en el grupo de las mujeres mayores de 65 años las condiciones laborales son precarias y escasas, lo que dificulta en gran parte su acceso a la salud, mientras que las mujeres que son analfabetas luego de los 65 años ninguna tiene un ejercicio remunerado, pero la situación mejora entre las que tienen un grado de primaria, de las que alrededor de 15% tienen un trabajo remunerado y el 100% de las que tienen un grado secundario tienen un oficio remunerado.
“En nuestra investigación pudimos encontrar que el 100% de la población femenina requiere servicios de salud, sin embargo solo el 95% puede acceder a los servicios y de estas el 25% acude a un servicio privado”, según determinó.
Destaca que el Estado lleva el mayor peso en cuanto a los gastos en términos de la salud que requiere esta población.
Recomendaciones
El estudio recomienda que para reducir la carga financiera que supone una población en constante envejecimiento, se requiere una redistribución temporal del trabajo, ya que la mayoría de las personas podrían trabajar menos horas por semana, pero más años que ahora.
La investigación revela que solo el 20% de esta población tiene una actividad remunerada y en el 80% de esos casos es mediante una microempresa. Sin dudas en un país con pocas oportunidades de empleo y arraigadas situaciones de género debemos pensar en el incremento y fortalecimiento de las microempresas para hacer productiva la población de manera tal que alivianen la carga financiera que representan actualmente y que tiende a agudizarse.
“Nuestro estudio arrojó que el 15% de esta población es analfabeta el 75% tiene estudios primarios y el 10 % secundarios, no hubo ninguna profesional en la muestra. Esto nos presenta un panorama sombría con respecto a esta población actualmente ya que por otro lado el estudio refleja que el 100 % de las mujeres que tienen un nivel académico de secundaria en la actualidad cuentan con una actividad remunerada y el 100 % tienen acceso a la salud lo que deja a ver claramente que existe una relación directa y positiva entre la educación y las otras dos variables”.
Pese a que la población de la tercera edad (aproximadamente 800 mil personas) es la que más servicios de salud requiere, el 44% de ellos todavía no accede a ello, a pesar de que muchos están afiliados a distintas instituciones. A la prevalencia de enfermedades, tanto transmisibles como no transmisibles, se suma un fuerte aumento de problemas de salud mental y sexual que afecta a esta población especialmente vulnerable.