Santo Domingo.– El jefe de la Policía identificó este martes a los alegados miembros de la banda de sicarios que mató a balazos al periodista Blas Olivo, en una localidad de Piedra Blanca, provincia Monseñor Nouel, supuestamente con el interés de robarle.
En una rueda de prensa en la ciudad de Bonao, el mayor general Manuel Castro Castillo, dijo que el líder de banda es el recluso José Miguel Rodríguez Almonte (Job), quien guarda prisión a 30 años en la cárcel de alta seguridad de la provincia Monte Plata.
Al ofrecer detalles sobre las declaraciones de Castro Castillo en Bonao, el vocero de la Policía, coronel Jacobo Mateo Moquete, dijo vía telefónica a «El Gobierno de la Tarde» de la Z101 que el descubrimiento de la banda fue posible debido a las acciones de inteligencia puestas en operación por la esa institución desde que ocurrió el crimen del comunicador.
Blas Olvio desapareció la noche del 12 de abril pasado y cinco días después su cadáver apareció baleado camino hacia una finca de Piedra Blanca, Bonao, y varios metros después su yipeta.
De acuerdo a lo expresado por el jefe policial, quien disparó contra Blas Olivo fue un sicario conocido como «El Menor», quien habría admitido el hecho y narró que le disparó al comunicador en medio de un forcejeo.
Mateo Moquete agregó que los miembros de la banda cuando cometen sus crímenes y demás hechos delictivos, vestidos con uniformes de la Policía, militares y de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), los graban con vídeos y celulares y los envían vía WahatSapp a su jefe en la cárcel de Monte Plata.
Sostuvo que el crimen de Blas Olivo es uno de tantos casos que tiene pendiente la Policía sobre la banda, que además cometió un asalto en una factoría de arroz y los autores vestían uniformes de la Policía, según grabaciones obtenidas en el lugar.
Añadió que parte de la persecución a Blas Olivo en Piedra Blanca fue grabado en una cámara, que captó cuando la yipeta de éste era perseguida por ocupantes de otra yipeta marca Toyota Hilander,
Mateo Moquete, hablando en nombre del jefe de la institución, se quejó de que las autoridades penintenciarias y del Ministerio Público que administran las cárceles permitan que los reclusos usen celulares en esos recintos.
Aseveró que estos móvles les permiten tener contacto con el exterior y dirigir desde sus celdas todas las operaciones de las bandas que lideran y sus acciones de sicariato.