La Cámara de Comercio de Santo Domingo en manos del sector privado se ha convertido en un negocio y maquinaria de recaudación, alejándose de su rol de institución de servicios
Trajano Potentini, se quejó de que tras ocho días de haber solicitado un servicio de registro mercantil a la Cámara de Comercio de Santo Domingo, esta entidad no ha satisfecho su requerimiento, bajo diversos alegatos, tales como la falta de sistema y cumulo de trabajo atrasado, entre otros.
El abogado declaró que este organismo se ha constituido en una maquinaria recaudadora de recursos, en desmedro del manejo corporativo de la mayoría de los emergentes emprendedores; quienes para obtener de manera oportuna una diligencia de registro mercantil, se ven obligados a pagar un servicio «VIP», cuyo costo duplica el valor de un servicio regular.
«Resulta inaceptable que una institución cuya principal atribución, de conformidad con la ley es promover el desarrollo de las fuentes de riquezas y de las actividades económicas de su jurisdicción, haya abandonado sus principios fundamentales para llenar sus arcas, manifestó el Potentini.
La Cámara de Comercio de Santo Domingo reduce el tiempo de servicio de 5 y 3 laborables a solo 1 día laborable a quienes tengan la capacidad económica para optar por pagar el servicio VIP.
Finalmente Potentini entiende que dada la ineficiencia de este órgano en perjuicio de la economía nacional, sobre todo en un tema tan sensible como lo es la organización corporativa, es hora de que este servicio en manos privada vuelva a rescatar su esencia y vocación estatal, además de la supervisión, control, fiscalización y precio de los servicios, hoy día desconocidos.