>Enviado por: José Antonio Torres
El contralmirante John Sydney McCain II, padre del candidato presidencial por el Partido Republicano en Estados Unidos, John McCain, fue quien comandó las fuerzas invasoras que el 28 de abril de 1965 ocuparon a Santo Domingo, a fin de evitar el triunfo de las fuerzas constitucionalistas que dirigía el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.
La revelación la hace el ex presidente cubano Fidel Castro Ruz, en su columna “Reflexiones del Compañero Fidel”, publicada en el diario oficial Granma.
En las reflexiones que Fidel dedica a los delegados del “VIII Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba”, dijo conocer a Caamaño Deñó, a quien definió como un “gran héroe” que siempre confió en Cuba.
El 28 de abril de 1965 miles de soldados estadounidenses desembarcaron en República Dominicana, bajo el argumento de proteger los intereses de esa nación aquí, pero su intervención impidió que los rebeldes constitucionalistas devolvieran el Gobierno al depuesto presidente Juan Bosch, a quien habían dado un golpe de Estado el 25 de septiembre de 1963.
También la revista estadounidense “Reason” confirma en un reportaje publicado esta semana, la participación de McCain padre en la invasión a República Dominicana.
Indica que McCain padre, militar de alto rango que entre 1962 a 1972 comandó las fuerzas estadounidenses establecidas en el Pacífico, recomendó al entonces presidente Richard Nixon los bombardeos a Camboya y Hanoi, durante la guerra de Vietnam.
El contralmirante McCain defendió la invasión a República Dominicana diciendo que: “Tal vez a la gente no le gustan los fuertes cuando le enseñan a comportarse”.
En otra parte de sus reflexiones, fechada a las 4:26 minutos del 3 de julio de 2008, el comandante Fidel Castro manifiesta su alegría por la liberación de la ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt, tres estadounidenses y varios soldados que durantes casi una década fueron retenidos en calidad de secuestrados por la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Expresa que los civiles nunca debieron ser secuestrados, ni los militares mantenidos como prisioneros en las condiciones de la selva, tras calificarlos como hechos crueles que ningún propósito revolucionario puede justificar.
Recuerda que durante la guerrilla en su país, tuvieron como principio liberar de inmediato y sin condiciones a los prisioneros, entregándolos a la Cruz Roja Internacional, y afirma: “Ningún soldado depone las armas si lo espera la muerte o un tratamiento cruel”.
Fidel deplora que Estados Unidos pretenda “explotar” la liberación de la señora Betancourt, a fin de justificar los “genocidios” que dice se producen en otras partes del mundo, así como los planes intervencionistas contra Venezuela y Bolivia.