FUENTE EXTERNA
SANTO DOMINGO, lunes 23 de mayo 2016 .- Este lunes se cumplen 45 años de la muerte en Bruselas, Bélgica, del el ex secretario general del Movimiento Popular Dominicano (MPD), Maximiliano Gómez (El Moreno).
Considerado “un mártir y héroe revolucionario” por unos, y un “lumpen y villano” por otros, Gómez nació el 5 de mayo de 1943 en el Ingenio Consuelo, hoy municipio Consuelo, de la provincia de San Pedro de Macorís, en el seno de una humilde familia de obreros agrícolas.
Ideas “revolucionarias”
Maximiliano Gómez Siendo adolescente comenzó a trabajar como obrero (ayudante de tornero) en las instalaciones fabriles de dicho ingenio, desde donde comenzó a doctrinarse en las ideas revolucionarias (fortaleciéndose con escritos de Carlos Marx, Vladimir Lenin, Mao Tse Tung y Federico Engels, entre otros autores de tratados filosóficos y políticos).
Según personas que lo conocieron, Maximiliano era alto, fuerte, disciplinado y atlético, y tenía mucha habilidad. Desde muy joven pasó a militar en el Movimiento Revolucionario 14 de Junio. Luego ingresó en 1963 en el Movimiento Popular Dominicano MPD, organización dentro de la cual comenzó a desarrollar un fuerte liderazgo hasta llegar a ser su secretario general, tras imponerse a emblemáticos fundadores de esta entidad así como a líderes obreros e intelectuales de entonces. Como tal, puso en ejecución las convicciones que tenía sobre la “revolución dominicana”.
Actividades “subversivas”
Durante los convulsionados años de la década de los 60, el intrépido petromacorisano entrenó revolucionarios, se enfrentó con ardor al naciente régimen de Joaquín Balaguer y luchó contra los Estados Unidos. Los servicios de inteligencia consignaron en pormenorizadas fichas cada movimiento suyo, en las que le tildaron de guerrillero rural, combatiente urbano y conquistador de jóvenes para su “causa”. Lo acusan de haber organizado golpes de Estado y planear acciones desestabilizadoras, entre ellas asesinatos de militares y figuras de la izquierda para atribuirlos a la Policía Nacional, establecer focos de insurrectos en los campos y atentar contra la vida del Presidente Balaguer.
Señalan que él realizaba sus actividades clandestinas y no sólo influenciaba a las masas de su partido sino a miembros de la población civil y a integrantes de las instituciones castrenses, pues supuestamente se infiltraba en los cuarteles donde atraía a la oficialidad.
Durante su accionar, el Moreno utilizaba también los nombres de “Marino Rosario”, “Marino Nazario”, “Miguel Alejandro Rivas” o “Miguel Alejandro Jiménez”.
En allanamientos hechos a viviendas en donde él se ocultaba, en distintas oportunidades militares y policías dicen haber encontrado fusiles, granadas fragmentarias, pistolas y ametralladoras.
Las autoridades lo detuvieron finalmente el 14 de enero de 1970 y lo encerraron en la Penitenciaría Nacional de La Victoria.
El secuestro de Donald J. Crowley
Tres meses después, el 24 de marzo, ocurrió uno de los hechos de mayor repercusiones de toda la historia contemporánea dominicana: el secuestro del agregado aéreo de la embajada de Estados Unidos en el país, teniente coronel Donald Joseph Crowley, luego de que éste jugara polo, temprano, en el hotel El Embajador.
A media mañana de ese mismo día un “Comando Unificado de Rescate” se atribuyó el secuestro y dio a conocer sus demandas, entre las que figuraba como principal la libertad de 21 presos políticos, encabezados por El Moreno, así como de otros presos como José Ignacio Marte Polanco, quien llevaba dos años preso acusado de espiar para Cuba.
Aunque el doctor Balaguer se negó a dialogar con los secuestradores, a instancias del gobierno de los Estados Unidos se formó una “comisión negociadora” integrada por monseñor Hugo Eduardo Polanco Brito, arzobispo de Santo Domingo; doctor Rafael Kasse Acta, rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo; y el doctor Bienvenido Mejía y Mejía, presidente de la Asociación Dominicana de Abogados (Adoma).
Después de 50 horas se logró un acuerdo en virtud del cual los presos, incluyendo El Moreno, viajaron a México y Crowley fue dejado libre.
Entre los presos canjeados por el coronel estadounidense estuvieron, además de Gómez, Winston Franklin Vargas Valdez (Platón), Efraín Sánchez Soriano (Pocholo), Manolo Plata (Freddy Valdez), Clodomiro Gautreaux, Roberto Matos Vallejo, José Gil Torres, Luis Larancuent Morris, Miguel Reyes Santana, Luis Emilio Arias, Juan Pablo Gómez, hermano de Felipa Gómez; Héctor Dumariel Santana, Angel Darío Alcántara y José Ignacio Marte Polanco.
Como autores del secuestro las autoridades acusaron a Héctor Ortiz Jáquez y a su esposa Ivonne Altagracia Payano, a Rafael Taveras Rosario (Fafa), Otto Morales, Amín Abel Hasbún, los hermanos Héctor y Amauris Justo Duarte, Manuel de Jesús Checo Lubriel y a Rafael Luna Cabrera, un ex oficial de la Policía que pasó a militar en el Movimiento Popular Dominicano.
Cadáver de Otto Morales, sindicado como principal autor del secuestro del coronel Donald Joseph Crowley.
En meses siguiense se desató una de las más brutales persecuciones contra los dirigentes del MPD.
Gómez fue primero a México, luego a Cuba y posteriormente a Bélgica, donde fijó residencia hasta el día de su muerte ocurrida un día como hoy, el 23 de mayo del 1971.
Velo de misterio
La muerte de Maximiliano Gómez ha estado envuelta siempre en un velo de misterio. Siempre se ha dicho que se trató de un asesinato pero en lo que no todos han estado de acuerdo es en quién habría sido el autor del mismo.