Asdrúbal Domínguez un intelectual marxista muerto a destiempo
Escrito por: Enrique Cabreras Vásquez (Mellizo)
Nota: este artículo se publicó primero en el periódico vespertino de circulación nacional La Noticia en fecha octubre 1987, y luego reproducido en el tabloide semanario Macorix, edición de fecha 30 de octubre de 1997, página 4
El poeta estaba enfermo cuando llegó la muerte a visitarlo (Jaime Sabinas)
Y aunque la vida murió, nos dejó harto consuelo su memoria. (Jorge Manrique).
«Si como afirma Borges todos los hombres son el mismo hombre, aurora y agonía, Y poco importan sus nombres y sus rasgos, yo quisiera —olvidando la anécdota banal de mi destino—buscar en otro rostro a ese único hombre, otra sombra, otro sueño mejor, igualmente perdido».En la foto Asdrúbal Dominguez junto al artista plastico, el petromacorisano Paul Giudicelli, nativo del Ingenio Porvenir. 13 de November de 1921, murió en 1965
En mis años juveniles (16 años), cuando descollaba todo el potencial de mis emociones revolucionarias, en el fragor del activismo militante por allá por los años del “medio millón para la UASD”, tuve la personal satisfacción de conocer al gran intelectual marxista, Asdrúbal Domínguez (1936-1987. Desde entonces sentí siempre por él una fanática admiración, un profundo respeto y una honda simpatía. Durante muchos años fue mi líder anónimo.
Su sorpresiva e inesperada muerte me causó un indescriptible dolor, un lamento indefinido ante la conciencia del significado social y filosófico de su muerte.
La súbita muerte de Asdrúbal Domínguez enlutó a toda la clase intelectual de República Dominicana, fue una sentida pérdida para las Artes Plásticas y para el pensamiento progresista dominicano e internacional.
Dueño de una vertical formación cultural, poseedor de vastos conocimientos librescos; formal y protocolar en sus relaciones sociales, con un extraordinario dominio teórico sobre la concepción marxista sobre el mundo y la sociedad. Asdrúbal Domínguez era un excepcional gazuza del saber.
Desde muy joven abrazó la causa de la lucha revolucionaria, combatiendo con fervor, vehemencia, firmeza y decisión a los que consideraba sus adversarios políticos. Participó de manera sobresaliente en la Guerra Patria de abril de 1965, siendo uno de los más acuciosos exponentes teóricos en los planteamientos de análisis y crítica que sirvieron de plataforma histórica en el enjuiciamiento a posteriori de aquella gesta inmortal.
Su nombre adquirió notoriedad cuando figuró entre los llamados “famosos comunistas” que utilizó como pretexto el entonces presidente norteamericano Lindom B. Jonson para perpetuar la criminal intervención militar yanqui de 1965.
Por figurar en esa lista negra, Asdrúbal Domínguez, todo un inofensivo hombre de bien, concitó categoría de “hombre peligroso”. Su vida estuvo desde entonces en constante peligro, siendo objeto en varias ocasiones de persecuciones y arresto político.
Fue un destacado líder estudiantil, siendo uno de los dirigentes histórico de la otrora cohesionada y Federación de Estudiantes Dominicano, y de la poderosa FRAGUA, a principio de la década del 1960.
Durante muchos años fue un sobresaliente líder del Partido Comunistas Dominicano (PCD), y en esa condición participó como delegado internacional en varios eventos en países socialistas.
Cuando las potencialidades emotivas de su brillante personalidad trascendían los parámetros rutinarios de la cotidianidad murió sorpresivamente Asdrúbal Domínguez, mejor teórico marxista de su tiempo, profundo intelectual de grandes dimensiones, talentoso y capaz, convencido hasta la saciedad de su óptica filosófica, un autentico taumaturgo con dominio absoluto de sus ideas y criterios, con una cosmovisión presente y futura del mundo en todo los aspectos.
Con apenas 51 años, todavía joven, con mucho que dar y ofrecer, anhelando siempre un mundo mejor, sin injusticia ni abusos, sin opresores ni oprimidos, Murió Asdrúbal Domínguez, una inmensa lumbrera, un eximio hombre de cualidades imperecederas, hoy recogemos su legado, todo ese saber que aportó en sus juicios críticos a este mundo de maldad.
El poeta Tony Raful recordándolo con nostalgia en un artículo periodístico lo describió así: “ …era culto, reposado, no exaltado, que era dulce, que provenía de una familia de maestros, respetada, que tenía una cultura enciclopédica, que era socialista, que fue de los hacedores en la lucha estudiantil de la autonomía y del fuero universitarios, que era un intelectual, que estudió arquitectura, que combatió, arma en mano, en defensa de la soberanía nacional, que era pintor, que era ajedrecista, que era un disertante encantador, que era serio, que amaba la vida y las mujeres bellas, que antes de morir, se había ausentado de una forma de vida que confrontaba su forma libre de vivir, que había muerto para un nivel o instancia de vida que negaba sus sueños y utopías más queridas.
¡Que descanse en paz Asdrúbal Domínguez, hombre de historia y para la historia!
Nota: este artículo se publicó primero en el periódico vespertino de circulación nacional La Noticia en fecha octubre 1987, y luego reproducido en el tabloide semanario Macorix, edición de fecha 30 de octubre de 1997, página 4
Asdrúbal Dominguez. Revolucionario, artista y cristiano.
2 de octubre del 2010.- Compartió la fe y la lucha. Miembro del Movimiento Clandestino 14 de Junio, fundó el grupo estudiantil Fragua y la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED). Ingeniero civil, junto a Amín Abel, el más sobresaliente de esa carrera.
Fue orador de verbo convincente que animaba multitudes. Combatió adolescente la tiranía de Trujillo y tuvo el coraje de pronunciarse reclamando en el Alma Máter la autonomía universitaria, desafiando el terror de los remanentes de la dictadura.
Miembro del Movimiento Clandestino 14 de Junio, fundó el Grupo Estudiantil Fragua y la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED), de la que fue primer secretario general.
Ingeniero civil fue, junto a Amín Abel, el más sobresaliente de esa carrera, delegado estudiantil ante el primer Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Desde 1962 militó en la célula “Julio Antonio Mella”, del Partido Socialista Popular (PSP), convertido después en Partido Comunista Dominicano (PCD), del que fue uno de los principales dirigentes. Luchó del lado constitucionalista en la Revolución de Abril de 1965.
Fue pintor de gran formación en el manejo del color, la composición, los materiales, en el estudio de los grandes maestros del pincel. Precursor de la gráfica con manejo absoluto de la técnica, manifestaba su lenguaje ideológico a través del arte.
Estuvo entre los primeros dominicanos en preocuparse por el medio ambiente, creó conciencia sobre la necesidad de la conservación y preservación del ecosistema.
Ganó fama con sus gigantescos carteles, como medio de propaganda, convirtiéndose entonces en visionario de la publicidad de esa forma. Fue, además, poeta, filósofo, animador cultural y motor de procesos revolucionarios que se produjeron en el país después del tiranicidio.
Tuvo una conversión cristiana y, aunque entonces no ejercía militancia política, nunca abandonó la lucha en ese campo. “Su conversión en modo alguno implicó una negación de su vida anterior sino el seguimiento de todas sus ideas, principios y valores, pero ya enfocados dentro del cristianismo que, en alguna manera, enarbola lo mismo: la igualdad de los hombres, la paz, la verdad…”.
Fabio y Desirée hablan de su padre, Asdrúbal Domínguez Guerrero, y la indetenible variedad de facetas que enumeran no es exageración influenciada por el amor familiar. Los testimonios que ofrecen de la brillantez, versatilidad, entrega del ex teórico marxista son pocos comparados con los que se publicaron en la prensa tras su muerte. En 2005 se designó una calle de Santo Domingo con su nombre.
Los hermanos heredaron la inteligencia y sensibilidad social, humana, artística que se atribuían al destacado dirigente. Fabio es pintor, grabadista, dibujante, escultor. Desirée estudió economía y por más de 20 años ha laborado en instituciones culturales. Es crítica de arte, escritora, investigadora social, experta en restauración y conservación de monumentos… Son excelentes expositores.
“Visión enciclopédica”. Se explayan recordando al artista y su obra, el político, combatiente revolucionario, el guerrillero que se entrenó militarmente en Cuba, el viajero por la Unión Soviética, el estratega que concibió la transformación del PSP en PCD, según les contó Narciso Isa. Y el amante de la paz que en sus afiches decía “No al terrorismo”. “Estuvo en contra del armamentismo nuclear mundial”, manifiestan.
Agregan que cuando se retiró del partidismo, Domínguez Guerrero se dedicó a ofrecer conferencias. Perteneció a Amantes de la Luz, Fundación Testimonio, Academia de Ciencias. Diseñó variedad de logos institucionales y “después se insertó en el mundo de la museística. Trabajó en el Museo de Historia Natural como director del departamento de Diseño. Fue invitado al Smithsonian (instituto de EUA) para aprender el diseño de los dioramas. También diseñó los dioramas del Museo Numismático Dominicano y trabajó en el Museo del Deporte, con sus conocimientos profundos de la cultura griega, que rescataba el crecimiento integral del hombre”.
Refirieron los lauros del artista en bienales y otros concursos nacionales y extranjeros. Asdrúbal fue también presidente del Colegio Dominicano de Artistas Plásticos y un gran asesor de la Galería de Arte Moderno, significaron. Su mayor producción artística y cultural es posterior a su salida del PCD, en 1971, organización de la que se retiró “porque no estaba de acuerdo con la intervención de la Unión Soviética en Checoslovaquia”, afirmaron.
“Tenía una concepción donde se unían el mundo natural, lo sociológico, político, académico, y a través de su ejemplo lo transfería. Poseía una visión enciclopédica de la vida”, enfatizan los hermanos, en cuya residencia está presente el padre con sus pinturas, fotos, escritos. “El último adiós” fue su creación pictórica postrera.
Al abandonar el activismo político “declaró su conversión al cristianismo”. Escribió muchas oraciones y dejó a los dos hijos “bajo el amparo y la protección de Dios”. En esta etapa de su vida, que refleja un acercamiento profundo al Creador, visitaba frecuentemente a monseñor Luis Gómez, reconocido por su carisma y gran espiritualidad. Una de las últimas oraciones de Asdrúbal rezaba: “Devuelvo a tí, Señor, el don de ser llamado Padre. Hijos me diste sólo por ser apenas portador de tu semilla de vida, más esas criaturas se mueven por tu aliento y la jornada de sus años será medida por tu vara, sus caminos ya están trazados por tu santa mano…”.
Asdrúbal Ulises nació el 17 de septiembre de 1936, hijo del educador Francisco Ulises Domínguez Peres y Josefa Aurora Guerrero. Casó con Remigia Fiallo Cabrera, la madre de Fabio y Desirée. Murió el 20 de octubre de 1987, a los 51 años.
Amigos y ex compañeros le recordaron en conmovedoras expresiones de dolor: Raúl Pérez Peña, José Israel Cuello, Rafael Alburquerque, Manuel Matos Moquete, Enrique Cabrera Vásquez, Oscar Gil Díaz, Antonio Zaglul, Rosa Ng de Eberle, María Isabel Barros, Narciso Isa Conde, Jeanette Miller, José Bujosa Mieses, entre otros. Periódicos le dedicaron el editorial. Listín Diario publicó: “Creó cariños en torno suyo. Así fue de doliente su entierro en que todos sentían que algo muy suyo se había ido”.
La calle.- El 14 de abril de 2005, acogiendo una solicitud del doctor Porfirio García, rector de la UASD, se designó “Asdrúbal Domínguez” la vía de Arroyo Hondo que comienza en la calle “F” y termina en la “Beethoven”. El edificio de la FED, en la UASD, lleva también su nombre.