Por: Enrique Cabrera Vásquez

REPUBLICA DOMINICANA.- Tras conocerse y aprobarse la Ley de la Seguridad Social en nuestro país, la población mayoritariamente de escasos recursos pensó que sus problemas para obtener acceso a los servicios de salud acabarían y que en ese sentido recibiría un trato justo y digno como siempre anhelaba.

Le Ley entró en vigencia acompañada de grandes despliegue de prensa con la premisa optimista de que «El Seguro Familiar de Salud sería una realidad, y que nuestro país se insertaba en los primeros lugares en este tema a nivel internacional». Se proclamó que la Ley que creaba el SDSS constituiría una verdadera revolución social que beneficiaría a todos los sectores de Republica Dominicana. En los masivos medios de comunicación se vendió la idea de que «con el inicio de las prestaciones de los servicios de salud como lo establece la ley se creaba un nuevo sistema, a través del cual se priorizan y fortalecen los programas de promoción de salud y prevención del riesgo de la enfermedad y la población tendría todas las atenciones medicas necesarias». Nada más falso. Todo ha sidoun mayusculo engaño. Embuste. Fraude. Estafa. Robo.

Lo primero es que las llamadas ARS no cumplen, violan descaradamente la ley, no pagan o se atrasan en los pagos de los servicios. A diarios escuchamos a la gente del pueblo quejarse y denunciar que en tal o cual centro de salud no fueron atendido porque o no reciben ese seguro o el mismo es deficiente. Todo ha sido una burla. Pero eso sí a los trabajadores y trabajadoras; a los servidores públicos y privados se le descuenta compulsivamente de sus salarios el pago de esos servicios que por lo general nunca reciben. Y nadie tiene ni la calidad ni la autoridad para obligar a esas ARS(s) a cumplir con sus obligaciones y responsabilidades.

Las ARS son un Poder. El sistema social de dominación pública que impera en República Dominicana esta a su servicio y obedece incondicionalmente a sus intereses.

La verdad es que las ARS son un engaño, un robo descarado las mismas operan cual asociación de delincuentes. Con el dinero de los contribuyentes han amasado cuantiosas fortunas. Las ARS son hoy por hoy pulpos multimillonarias que desvían antojadizamente el dinero destinados a los servicio de la salud del pueblo hacia fines espurios.
La salud del pueblo ha sido criminalmente privatizada. Esta en manos de unos rufianes inescrupulosos que a costa de la desgracia popular han logrado acumular una fortuna inmensa.

Esas llamadas prestaciones de salud no son más que estructuras gansteriles de robo y cohecho a costa de la salud del pueblo.