El biólogo Omar Shamir Reynoso busca entre los huevos podridos indicios de supervivientes para hacer un conteo.
SANTO DOMINGO. Son las 9:30 de la noche del 20 de septiembre de este año y el biólogo marino Omar Shamir Reynoso se apresura hacia el Malecón de Santo Domingo. Tiene 60 días esperando por el nacimiento de tortugas marinas en la llamada “Playa de los Pescadores” en esta zona de Santo Domingo.
El nido han sido celosamente custodiado por las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente, como parte del programa de protección de tortugas marinas en el país.
Al llegar, trata de identificar el punto exacto del anidamiento para escarbar entre arena y basura con mucho cuidado, para asegurarse de que las tortugas estén bien y puedan ir seguras hacia el mar.
Este procedimiento de asistencia es necesario por las condiciones de la playa en el Malecón, la contaminación lumínica puede desorientar a las pequeñas tortugas y hacer que caminen en la dirección contraria, haciéndolas más vulnerables al ataque de ratas, perros, gatos, hormigas, entre otras amenazas.
La madre de este nido, una tortuga carey (Eretmochelys imbricata) puso los huevos la noche del 22 de julio de este año. Esta madre fue marcada por biólogos en la isla de Granada en condiciones que aún se desconocen. Una hora más tarde el biólogo localiza el nido a pie y medio de profundidad, muy cerca de un árbol de uva de playa.
Hay una pausa en la búsqueda, el olor a podrido que emana de la arena no es una buena señal… aparece el primer huevo, el cual está podrido.
Luego de unos segundo y remover un poco de arena empiezan a aparecer más huevos, todos dañados y malolientes, no hay señal de tortuguitas vivas.
La emoción por ver a las tortugas marcharse hacia el mar se convierte en decepción para los testigos.
De los 99 huevos, en total solo tres fueron exitosos, aparentemente, al encontrar las cáscaras vacías, puede que las sobrevivientes hayan llegado al mar.
Para el biólogo las causas del fracaso pueden ser agua acumulada por escombros y basura, o el crecimiento de raíces de la uva de playa entre los huevos.
Este esfuerzo por salvar cada nido es importante para conservar a las especies del país.
Las tortugas están amenazadas
De las cinco especies que frecuentan las aguas de nuestro país, tres anidan. El carey (Eretmochelys imbricata), tortuga verde (Chelonia mydas) y la tinglar (Dermochelys coriácea). Los ciclos reproductivos de las tortugas marinas son lentos. Una tortuga tinglar, por ejemplo, pone en una temporada de cinco a seis veces cada cuatro años, las verde y carey cada dos años.