Si eres de los que siguen sin encontrarlo, ¡presta atención!
FUENTE YAHOO
El ‘punto G’ y el orgasmo vaginal no existen. Son los órganos eréctiles circundantes los que provocan el orgasmo, en más de un lugar anatómico.(Foto: Getty Images)
Desde que en 1981 la enfermera Beverly Whipple anunciara por primera vez la existencia del ‘punto G’ (que toma su nombre del ginecólogo alemán Gräfenberg), muchos lo han buscado con avidez y poco éxito.
De hecho, la mayoría sigue sin encontrar el cielo prometido por más que buscan y buscan. De ahí que todavía se siga dudando de su existencia, y con razón.
En 2008 Emmanuele Jannini, sexólogo en la Universidad de L’ Aquila, en Italia, publicó pruebas de que el ‘punto G’ existía en The Journal of Sexual Medicine. Sin embargo, según su investigación, este punto no se encuentra en todas las mujeres. De ahí que aquellas que son capaces de tener orgasmos vaginales defiendan su existencia, mientras que para el resto esta zona sea una utopía.
Por otro lado, varios estudios realizados en 2009 por investigadores del King’s College de Londres, en el Reino Unido, determinaron, tal y como informó el medio británico CNN, que su existencia es subjetiva y no se puede comprobar.
En realidad, no existe un punto específico que funcione como botón mágico para el placer femenino.
Menudo fraude, ¿eh? A ver, no seamos tan radicales. Lo que ocurre es que todas estas investigaciones han sembrado grandes dudas porque los resultados no han sido concluyentes.
A Beverly se le olvidó ‘puntualizar’ un par de cosillas sobre su famoso ‘descubrimiento científico’. Ahora, al revisarlo, otro estudio afirma haber encontrado ‘por accidente’ (y de verdad) la ansiada zona erógena.
Para deshacer este entuerto, the Science Vs podcast visitó a Beverly Whipple, que ejerce como profesora en la Universidad de Rutgers, en su casa de Nueva Jersey. Según la enfermera, para localizar el ‘punto G’ su equipo examinó las vaginas de un grupo de voluntarios con el fin de descubrir qué sentían cuando se estimulaban diferentes zonas sensibles.
El éxtasis femenino se origina en una zona erógena, amplia y dispersa, que engloba distintos órganos. (Foto: Getty Images)
Según Beverly se trata de ir rodeando con los dedos la pared vaginal, en el sentido de las agujas del reloj, partiendo de las 12 horas, a las 3, a 6 en punto y así sucesivamente. Durante todo el proceso los especialistas no paraban de preguntar: “¿Qué tal aquí?, ¿Notas esto?, ¿Cómo te sientes cuando te toco aquí?, Y ahora, ¿mejor? ”
Los investigadores aseguran que entre las 11 y la 13 horas, y en la pared frontal de la vagina, obtuvieron “un montón de sonrisas”.
Puedes ir descubriendo tú misma cuáles son las zonas que más placer te producen, y más adelante podrás decirle a tu pareja por dónde ir. (Foto: Getty Images)
Lamentablemente, y a pesar de estas (nuevas) explicaciones, dar con el ‘punto G’ no es tan sencillo. Una investigación posterior reveló que, aunque la mayoría de las mujeres tienen una “zona sensible”, menos de uno de cada tres orgasmos ocurrió cuando dicha zona fue estimulada.
Sin embargo, no es menos cierto (según ha demostrado este experimento) que presionando ‘algo’ en la vagina a ellas se les ilumina la cara, ¿qué es exactamente?
En vez de enfocar toda tu atención en un pequeño punto, asegúrate de apuntar a la pared frontal de su vagina. (Imagen: vía Helloforos)
Helen O’Connell, profesora de urología en el Hospital Royal Melbourne, piensa que puede tener la respuesta. Aunque ella misma admite que su trabajo no parece mostrar algo especial o novedoso sobre el misterioso ‘punto G’, sí podría ayudar a desenmarañar el asunto.
Para O’Connell, el orgasmo podría estar vinculado a otra parte sensible de la anatomía femenina.
Es más, Helen cree que lo que Beverly había identificado como el ‘punto G’ no es en absoluto un punto, sino más bien el clítoris, la vagina y la uretra trabajando juntos para alcanzar el culmen en el acto sexual.
El clítoris comparte el flujo sanguíneo y algunos nervios con la uretra y las paredes de la vagina. Por eso, durante el coito, las tres partes pueden empujar, estimularse y excitarse unas a otras.
Por tanto, el ‘punto G’ no está en un lugar determinado como tal, sino que debería llamarse el ‘complejo CUV’ (clítoris, uretra, vaginal).
Así lo corrobora un estudio publicado en Nature Urology que afirma que “el punto G no ha sido identificado, y que la vagina no es un órgano pasivo, sino una estructura muy dinámica con un papel activo en la excitación sexual y el coito”. De manera que las relaciones anatómicas y las interacciones entre el clítoris, la uretra y la pared vaginal anterior han dado lugar al concepto de un complejo clitouretrovaginal.
A pesar de que no suene igual de bien ni tenga, en absoluto el mismo atractivo que el denominado ‘punto G’, la experta asegura que deberíamos utilizar este término porque es más real.
“Al decir ‘punto G’ parece que todo lo que hay que hacer es encontrar un lugar, presionarlo y ¡alá! Ya estás en la cresta preparada para sucumbir a un mar de orgasmos múltiples.
“Parece que si se estimula lo suficiente o se empuje más fuerte, ese momento mágico va a llegar. Pero, en realidad, esto es solo un paradigma muy malo”, concluye.
mientras trataban de averiguar por qué algunas mujeres confunden los orgasmos con las ganas de orinar. La eyaculación femenina tiene su aquel, no es tan visible como la masculina, y es una fuente continua de confusiones
Además, desde que el efecto “squirting” ha entrado en nuestras vidas por obra y gracia de las pelis porno-cutre en versión light, las mujeres se frustran aún más pensando que tienen algún problema físico y a lo peor, psicológico, si no consiguen descargar grandes cantidades de líquido. Por favor, no os dejéis engañar.
El 50 por ciento de las mujeres expulsa varios tipos de líquido de su uretra durante la excitación sexual o el coito. Los estudios han demostrado que existen tres tipos de líquidos:
La orina, si llevas mucho rato aguantando las ganas, al final se escapa como resultado de la llamada ‘incontinencia urinaria de esfuerzo’.
Una forma diluida de la orina, que se produce debido a las fuertes contracciones musculares que rodean la vejiga durante el orgasmo femenino.
Y la eyaculación femenina, una sustancia muy diferente, blanquecina, similar a las secreciones de la próstata masculina.
Pero, ¿por qué algunas mujeres creen que se están haciendo pis durante los orgasmos?
Las personas son probablemente va a seguir con punto G, aunque