De las Agencias
Washington, lunes, 30 de enero de 2017.- La decisión de Donald Trump de prohibir la entrada en EEUU de ciudadanos de siete países musulmanes ha causado grave malestar en el mundo y especial indignación en las naciones europeas, para las que esta nueva política migratoria socava los cimientos de la democracia.
El presidente francés, François Hollande, fue uno de los primeros en reaccionar al advertir personalmente a Trump, en una conversación telefónica anoche, de que la defensa de la democracia implica el respeto de los principios en los que se sustenta, “en particular la acogida de los refugiados”.
Trump firmó este viernes un decreto ley sobre medidas de vigilancia de personas que viajan a EEUU que supuso la suspensión de visados para personas procedentes de Irán, Siria, Irak, Somalia, Sudán, Yemen y Libia, todos de mayoría musulmana y vistos por Washington como eventual origen de terroristas yihadistas.
En Alemania, la canciller Angela Merkel declaró ayer estar “convencida de que la guerra decidida contra el terrorismo no justifica que se coloque bajo sospecha generalizada a personas en función de una determinada procedencia o religión”.
Partidos alemanes de diverso signo rechazaron el veto, y el expresidente del Parlamento Europeo Martin Schulz, candidato socialdemócrata a las elecciones generales germanas, dijo que Trump había roto “un tabú”, lo que dañará las relaciones transatlánticas, puntal tradicional de la política exterior alemana.
En el Reino Unido, tradicional aliado de EEUU y con importante inmigración de los países vetados, la reacción del Gobierno llegó hoy después de que la primer ministra, Theresa May, recibiese duras críticas por su negativa inicial a pronunciarse sobre este asunto.
Desde Downing Street, May -que finalmente declaró no estar de acuerdo con el polémico decreto- ordenó hoy a sus ministros de Exteriores e Interior contactar con sus homólogos de EEUU para aclarar la situación y evaluar el impacto de esas medidas en refugiados y musulmanes, además de en nacionales británicos, muchos de ellos con doble nacionalidad de países vetados.
El titular de Exteriores británico, Boris Johnson, aseguró a su vez que el Gobierno protegerá “los derechos y libertades de los nacionales del Reino Unido, aquí y en el extranjero”.
Trump aboga por fronteras sólidas en EEUU
El presidente de EEUU, Donald Trump, subrayó ayer la necesidad de que Estados Unidos tenga unas “fronteras sólidas” y criticó la situación migratoria en Europa y el resto del mundo. “Nuestro país necesita fronteras sólidas y un escrutinio extremo, AHORA. Miren lo que está sucediendo en toda Europa y, ciertamente, en el mundo – ¡un lío terrible!”, afirmó Trump en un escueto mensaje publicado en su cuenta personal en la red social Twitter.
El magnate ha firmado un total de 13 órdenes ejecutivas en siete días, entre ellas la que dispone construir un muro en la frontera de EEUU con México y la que firmó el pasado viernes para prohíbe la entrada al país de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana con historial terrorista -Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, el Yemen e Irán.