Escrito por Olga Capellan
BARCELONA, España, 13 de abril, 2017.– Ante las continuas guerras entre clanes pandilleros dominicanos, los Mossos d´Esquadra (la más alta autoridad catalana) han decidido llevar a cabo una cumbre para abordar el tema de la escalada violencia entre los ciudadanos que proceden de ese país caribeño, con la finalidad de dar una respuesta contundente al problema de la criminalidad.
Esta reacción ha sido motivada por una última víctima de la guerra entre clanes de la droga, quien recibió un tiro en la nuca, y todavía sigue sin identificar, tras una semana del hecho criminal.
El cadáver fue encontrado maniatado y tirado en un descampado poco frecuentado del sector Sant Joan Despí.
Los Mossos d´Esquadra enmarcan su ejecución a la guerra entre los clanes dominicanos de la droga, que desde hace un año tiene a Barcelona en un estado de zozobra, ya que ha sembrado de cadáveres a toda la ciudad, sin que haya ningún tipo de reacción por parte de las autoridades consulares de la República Dominicana.
La comunidad dominicana en el exterior anteriormente era reconocida por la virtud de su trajo y su solidaridad, hoy solo se reconoce por los acometimientos de los hechos más abominables típicos del bajo mundo y la droga.
Lo peor es que en Barcelona el colectivo dominicano no cuenta con el apoyo y una verdadera representación consular, a pesar de ser la segunda ciudad en Europa que acoge el mayor número de ciudadanos del país caribeño, después de Madrid.
Metro de Madrid, el campo de batalla de las bandas latinas
Muchas han sido las quejas porque el cónsul general dominicano en Barcelona, Adriano de los Santos, ahora está dedicado en lleno a hacer comercio personal, tanto en España como en Italia, Holanda y otros países europeos.
La situación, por lo visto, se torna alarmante, razón por la cual Los Mossos d´Esquadra se han visto en la obligación de designar a un grupo de homicidios para llevar el liderazgo de toda la investigación, mientras se comenta que todos estos hechos criminales guardan relación con un supuesto tumbe que fue llevado a cabo hace más de un año en Holanda entre bandas de dominicanos que supuestamente huyeron hacia Barcelona.