Foto de la Universidad de Tel Aviv
Fuente: Tomado de Rebelión
Sábado 17 de junio 2017.- Como parte del nuevo código ético promovido por el ministro de Educación Bennett, no se les permitiría a los profesores discutir cuestiones políticas en clase o apoyar públicamente boicots académicos; muchos profesores salen al paso de este movimiento.
Como parte de un nuevo código de ética, los profesores de las instituciones académicas de Israel no podrían expresar opiniones políticas durante la clase.
El código de ética de la actividad política en el ámbito académico fue escrito por el profesor Asa Kasher -quien también escribió el código de ética para el ejército israelí- a petición del ministro de Educación Naftali Bennett.
Foto. El ministro de Educación Bennett habla en la Universidad de Tel Aviv (Foto: Motti Kimchi) (Foto: Motti Kimchi)
Bennett, que también preside el Consejo de Educación Superior, planea presentar el nuevo código de ética para su aprobación en el Consejo por lo que podría ser implementado en todas las universidades y escuelas superiores de Israel.
«Completa libertad académica sí. La promoción de programas políticos de los profesores en el ámbito académico no», explicó Bennett. «La universidad no es un partido político y los estudiantes no deben tener miedo de expresar sus opiniones en clase por temor a que afecten sus calificaciones. Además, a los profesores no se les debe permitir que llamen a un boicot en contra de la institución en la que enseñan».
«Esto no es en contra de ningún ala político, implica a todo el espectro político», aclaró. «Ninguna de las partes tiene una razón para oponerse a este movimiento».
A pesar de la afirmación de Bennett, muchos profesores ya han declarado que no se adhieren al nuevo código ético.
En diciembre, después de que Bennett le pidiera al profesor Kasher que escribiera un código ético, funcionarios de alto nivel del mundo académico llamaron a Kasher a renunciar al pedido de Bennett.
Foto. El profesor Asa Kasher (Foto: Haim Zach)
En ese momento cientos de profesores firmaron una petición diciendo: «Nosotros, los profesores de la enseñanza superior, declaramos que pretendemos ignorar por completo las conclusiones del comité Kasher… el Gobierno no tiene autoridad para determinar qué expresiones son apropiadas en el ámbito académico».
De acuerdo con el nuevo código ético, solamente se les permitiría a los profesores discutir cuestiones políticas en clase cuando es relevante para el curso, como por ejemplo en ciencias políticas.
Además el código prohíbe a miembros de la facultad participar en un boicot académico o pedir a otros que apoyen este tipo de boicots.
También se impide a los departamentos académicos trabajar con grupos y organizaciones que tengan una filiación política.
Se requerirá que cada institución académico establezca una unidad para hacer cumplir el código ético y supervisar la actividad política de los conferenciantes. También los estudiantes podrán presentar quejas ante la unidad.
El nuevo código de ética también determina sanciones para aquellos que lo rompan. Un profesor que promueva sus puntos de vista políticos en clase será citado a comparecer ante de la unidad ejecutiva. Si la unidad determina que el profesor violó el código ético, se verá perjudicado en su expediente personal. Si el profesor ignora esta amonestación y continúa rompiendo el código de ética, podría enfrentarse a acciones disciplinarias.
Bennett trató de introducir el nuevo código ético después de recibir quejas en los últimos dos años de una ONG de derecha que le pidió que detenga a los académicos de izquierda que promocionan sus programas políticos durante las clases. El comité de la Knesset de Educación, Cultura y Deporte también llevó a cabo varias discusiones sobre el tema.
En la carta de nombramiento del profesor Kasher, Bennett escribió: «Debe evitarse una situación en la que los estudiantes o profesores sufran rechazo, silencio, exclusión o discriminación a causa de su identidad o puntos de vista personales, incluyendo sus posiciones políticas. La libertad académica obliga a cualquier institución a esforzarse para presentar a los estudiantes una mirada más completa posible de los datos, teorías, opiniones y argumentos pertinentes. Todos estamos también obligados a proteger el derecho del estudiante a asistir a una institución de educación superior sin tener que escuchar la predicación política que no tiene nada que ver con su campo de estudios».
Fuente: http://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-4973546,00.html