Escrito por: Cécil Gerardo Pérez
«Si algo nos distingue del fascismo es que nosotros no celebramos la muerte. A nosotros nos duele la vida. ¡Amamos la vida!». Ernesto Villegas
Caracas, Venezuela.– Jueves, 18/01/2018.- Este análisis lo haremos en función pedagógica para que se entienda la naturaleza del comportamiento de algunas personas y grupos sociales particulares en lo que el sociólogo francés Michel Maffesoli identificó como «tribus urbanas» que se vienen configurando en nuestras sociedades actuales y que se diferencia del concepto marxista de clases sociales. Efectivamente, nuestras naciones latinoamericanas han venido teniendo desde hace más de un siglo de la influencia perniciosa de la cultura estadounidense, hecho esto de manera absolutamente intencional. Como exponíamos en otro artículo (https://www.aporrea.org/actualidad/a33760.html) esa es una sociedad profundamente individualista donde se persigue y/o se coloca como ejemplo, el éxito individual, el famoso «american dream» o sueño americano donde los individuos, convertidos en superhéroes, pueden levantarse por encima de todos los obstáculos, vencer a poderosos enemigos y ser exitosos, mientras se oculta la otra realidad como es que otros millones de inmigrantes deben hacer cualquier cosa para sobrevivir de la manera que sea, prostituyéndose, delinquiendo o deshumanizándose en el estercolero de esa sociedad cada vez más putrefacta.
Ahora leemos y vemos en medios de comunicación nacionales e internacionales y a través de las redes sociales, las campañas mediáticas para tratar de glorificar a Oscar Pérez, y convertirlo en un mártir de un gobierno opresivo, cuando quienes vemos más allá de los titulares, sabemos que este sujeto altamente peligroso y fuertemente armado, había declarado varias veces hacer armas para derrocar al gobierno bolivariano y que, además murió en un enfrentamiento con los cuerpos de seguridad donde hubo najas de ambos lados..
El psiquiatra a Jorge Rodríguez diagnosticó que el ciudadano Oscar Pérez era un psicópata con un narcisismo marcado y efectivamente, ello se aprecia en las acciones «hollywoodenses» que protagonizó, las cuales eran precedidas o sucedidas con os respectivo videos colgados en las redes sociales. Casi siempre sólo o con un pequeño grupo de fanáticos seguidores que veían en él la encarnación del superhéroe y proyectaban en él sus deseos recónditos. https://youtu.be/DwetWmXR268.
El Prof. Orangel Paz, de LUZ expresa: «Se robaron armas de la Guardia Nacional Bolivariana, se robaron un helicóptero del CICPC, bombardearon el TSJ, el MPP de Interior y Justicia y una sede de la GNB. El día de su arresto mataron 2 policías, 2 civiles colaboradores e hirieron 5 más. Se hacía llamar el «Guerrero de la Luz» con una serie de alegorías bíblicas y mantenía por las redes y medios internacionales campaña terroristas en contra de la Paz de todos. Ahora hay alcahuetas que dicen que a Oscar Pérez se le vulneraron sus derecho humanos ¿Que creen, que el gobierno tiene que condecorarlos por sus crímenes?. ¿Qué quieren? ¿Que nos dejemos matar por los terroristas?». La gente debe asumir las consecuencias de sus actos. Esto tampoco implicar avalar violaciones a los derechos humanos, pero ese fue un enfrentamiento de guerra.
Como dice Misión Verdad: «El minuto a minuto difundido por Pérez, por otro lado, fue un fiel reflejo de las demás apariciones públicas de su figura: proyectadas a partir de su primer video en el que se declaraba en «rebeldía contra Maduro» antes de atacar con granadas la sede del Ministerio de Interior y las instalaciones del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Y proseguidas en tiempo y espacio con una aparición pública durante las protestas de 2017, y una toma violenta de un cuartel de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en los últimos días. En ese contexto, el canal CNN lo entrevistó en calidad de figura política en una maniobra para legitimarlo ante la opinión pública». http://misionverdad.com/COLUMNISTAS/mitificacion-del-terrorismo-y-fetiche-a-la-violencia-la-defensa-de-oscar-perez.
La muerte de este terrorista (y lo es porque sus acciones criminales contra instituciones y personas, incluyendo niños así lo identifican) se está intentado manipular para generar reacciones violentas en algunos sectores de la patria. Acá cada cierto tiempo a algunas personas altamente «sensibilizadas», se le sale la violencia que esconden en oraciones religiosas y mensajes tipo Paulo Coelho. Es decir, esta situación la vivimos en el 2002, cuando derrocaron a Chávez y luego cuando Plaza Altamira, y subsecuentemente el paro petrolero. ¿Recuerdan?….
En el 2004 cuando metieron en la finca Daktari del estado Miranda más de 100 paramilitares colombianos y se les capturó disfrazados de militares venezolanos. Luego cuando el caso RCTV en 1987 se generó toda una manipulación sensiblera, usando actores y periodistas de TV para colocar a la juventud y el pueblo contra el gobierno. Allí lograron una pírrica victoria en la reforma Constitucional. Pero luego de la muerte del Comandante Chávez, al Maduro ganar las elecciones a Capriles lanzaron el llamado a «drenar la arrech…», donde asesinaron 11 chavistas, incluyendo dos niños en el Zulia. Y cuando el chavismo ganó las elecciones municipales en el 2013, inmediatamente salieron Capriles, María Machado y López a promover #La Salida, generando decenas de personas muertas en la guarimba terrorista, que lanzaron de nuevo el año pasado, asolando durante meses a sectores (fundamental mente de la «clase media»), secuestrándola, violando su derecho al trabajo, al estudio, a la libertad de tránsito quemando gente viva, instigando la muerte de jóvenes, de policías, militares, jueces, en una orgía de fuego y locura desatada.
No han aprendido. El pueblo les ha dado SIEMPRE lecciones de comportamiento social, que no han asumido. Y como dicen que dijo Einstein: «Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes»
Foto del comunicador Cécil Gerardo Pérez, autor del presente trabajo periodístico.