En Campaña de la UASD: La Racionalidad en el Gasto se Impone Ya

Escrito por: Francisco Rafael Guzmán

2-3-2018.- La UASD está  inmersa en un proceso de campaña electoral para elegir autoridades, las principales de las cuales -rector y vicerrectores- deberán ser elegidas en las elecciones del 20 de junio. La elección de autoridades hoy no se da en un claustro, es decir, no se eligen en un solo local bajo techo como antes eran elegidas. Ahora se celebran una suerte de asambleas eleccionarias, en diferentes espacios  simultáneamente, en diferentes lugares: facultades y centros regionales. Hoy día no existe una presentación de los candidatos, con las presentaciones de sus propuestas y la hoja de vida del candidato y su currículo vitae, como otrora era en un claustro bajo techo en un solo local.  Es decir, se ha deteriorado la esencia democrática de la universidad.

Si la memoria no me traiciona, en la gestión del gobierno universitario durante el período febrero 1999-febrero 2002 se crearon las condiciones para que mermara la esencia democrática de La Universidad, no sólo con la reducción de la participación estudiantil en la elección de autoridades, sino también con la medida de celebrar elecciones de autoridades simultáneamente en diferentes lugares, sin los debates en un sólo lugar cerrado. Recordamos como se celebraban en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte los claustros para elegir las autoridades de la UASD, casi siempre en ese lugar y no en el aula magna porque esta resultaba pequeña en los años 80, se hacían presentaciones de todos los candidatos, eran claustros muy democráticos. A esos eventos acudían los profesores de los centros regionales de la UASD y de la Sede Central de esta. Era algo así como un debate de las ideas de los candidatos lo que se daba con la presentación de estos en los claustros.

Por una conciencia social quizás  espuria, algunos profesores (tal vez ignaros) sin reparar en la historia de la UASD y de lo ha sido la universidad en general en la historia universal, pretenden decir que era necesaria la eliminación o reducción a su mínima expresión de la participación estudiantil en las elecciones estudiantiles. Cuán equivocados o cuanto yerran quienes así piensan. Es necesaria la participación estudiantil, claro con la dedicación a los estudios en  La Academia por parte  de los dirigentes estudiantiles, no deben dirigir el movimiento estudiantil aquellos que no se preocupen por estudiar y pasarse muchos años en una carrera como pasó con un dirigente del grupo Miel, que se pasó como 20 años siendo estudiante de alguna carrera o de algunas carreras sin graduarse y al final fue electo presidente de la FED. Tampoco debe ser que los candidatos a los cargos se apoyen en grupos y dirigentes de grupos estudiantiles, ofreciendo canonjías a estos de ser electos como autoridades, con lo cual estarían corrompiendo al movimiento estudiantil. La participación estudiantil crítica en la toma de decisiones es importante en una vida universitaria democrática, contribuye a que La Academia sea un referente para todo el resto la sociedad.

A partir del período del gobierno universitario 1999-2002, incluso durante las elecciones del rector y las demás elecciones para ese período, se comenzó a notar como muchos candidatos usaban algunas prácticas que desnaturalizaban la esencia democrática de los certámenes electorales. Quien escribe recuerda muy bien como en las elecciones de 1999 se usó  el emblema de un partido político, en la campaña del candidato que ganó esas elecciones en la UASD; luego vinieron todas las reformas a los reglamentos para elegir autoridades, la reducción a la participación estudiantil en las elecciones de autoridades y también la medida de sacar los negocios que arrabalizaban a la UASD, la cual ha sido muy aplaudida y hasta sobredimensionada por profesores que son de opinión muy favorables a esa gestión.

Ahora bien, el gasto en las campañas de algunos candidatos en la UASD es muy exagerado, comenzó a serlo desde las elecciones en que salió electo rector Roberto Reyna Tejada, fue mucho más en las elecciones de Franklin García Fermín y de Mateo Aquino Febrillet. Estos tres candidatos exhibieron toda una parafernalia en sus campañas hacia la rectoría, pero sobre todo los dos últimos. En los momentos actuales, todavía la cosa es más exagerada que nunca. Hoy día, más que nunca antes, se ve el derroche mucho mayor de dinero en la campaña. Muchos carros completamente embadurnados de los candidatos a rector o rectora y de candidatos a vicerrectores o vicerrectoras. Un profesor nonagenario pero que no parece tener esa edad, jubilado contratado, dice: ¿… y de dónde es que sale tanto dinero? Yo creí que estábamos pobres.  Realmente, no es para menos si La Universidad ha sido tan vapuleada, mancillada cuando hace sus reclamos al gobierno central  de un justo presupuesto, nos sorprende que se invierta tanto dinero en campaña para llegar a dirigir La Academia. Es como si  quisieran salir electos de todos modos, sin necesariamente tener las suficientes condiciones para dirigir La Academia, sin necesariamente tener espíritu de académicos, sin necesariamente tener una cosmovisión de lo que es y debe ser una universidad del Estado, pública y democrática, pero además el liderazgo suficiente.

Debemos pensar que los enemigos externos de la UASD deben estar detrás de todo esto. Si un candidato gasta tanto dinero para llegar a ser rector o vicerrector de La Universidad, si ese dinero sale de su peculio algún daño grande deberá hacerle a la UASD, porque de seguro buscará recuperarlo con su gestión; pero podemos suponer que no sale de sus bolsillos, lo que puede parecer más lógico, pero entonces si otro u otros le financia o les financian su campaña con qué propósito lo hacen. Es difícil creer, que quien o quienes invierten tantos recursos pecuniarios en una campaña de un candidato lo hagan sin ningún interés material. Deberían pensar los candidatos que gastan tantos recursos en sus campañas, que de ser electos deben manejar con pulcritud La Academia para que esta no perezca y pueda rendirle mejores frutos al país, ya que con la privatización de la educación superior nuestro país va tener miseria y agudización de los problemas, como la violencia, atracos y feminicidios.

La que más tiene que perder con una campaña tan onerosa, como la que están haciendo la mayoría de los candidatos más notorios a los cargos más importantes, es la propia Universidad Autónoma de Santo Domingo, ya que su imagen está muy deteriorada ante la opinión pública porque ha habido una fementida campaña mediática  contra ella. Esa campaña ha tenido su efecto nocivo contra la UASD, pero sería mayor aún si no toma otro rumbo la campaña electoral, si no se desmonta toda esa parafernalia con ese derroche de dinero que se está gastando en ella. Vamos a aparecer ante la opinión pública, con la campaña mediática de comunicadores que se prestan a esto, como unos derrochadores de  los recursos del Estado. En realidad no es verdad que en la UASD somos derrochadores de los recursos del Estado, más bien somos macerados como universidad pública por un Estado y su gobierno que no nos otorga los recursos suficientes y es la UASD la gran servidora de recursos humanos que el Estado y la sociedad necesitan, no lo son las universidades privadas.

Es hora de parar la campaña derrochadora que tienen los candidatos, porque no sólo se va a deteriorar la imagen de La Universidad durante la misma, si no que el derrotero del candidato o candidata que resulte electo hará una gestión atada a intereses extraños a la UASD. Esta podrá hasta colapsar, como quieren hacerla colapsar sus enemigos.

El profesor Enerio Rodríguez y su equipo de la Comisión Central Electoral pueden poner sus buenos oficios, a fin de que la campaña tome otro derrotero, evitando que la UASD sea vulnerable de las embestidas de sus enemigos. Esa campaña como se viene desarrollando no puede ser, si quienes gastan tantos recursos en campaña no quieren terminar de destruirla. Más bien en vez de gastar tanto dinero en campaña, los candidatos deberían decir de dónde sacan los fondos para esta, cómo manejarían el comedor si son electos y que se van a manejar pulcramente manejando, la nómina administrativa, el comedor y el economato, como van a manejar las relaciones públicas y la extensión universitaria, para poder reclamar un justo presupuesto que inicuamente no se le entrega.  Al pan pan y al vino vino.

Deja una respuesta