La pareja fue hallada muerta este lunes en su casa, en la comuna italiana de Pozzoleone, ubicada en la región del Véneto, en el norte del país.
Foto de Joel Bradley Kinser con su esposa Leila.
04- abril-2018.- Un capellán del complejo militar Caserma Ederle en Vicenza, Italia, que conocía al mayor retirado del Ejército de EE.UU. Joel Bradley Kinser, de 44 años, encendió las alarmas este lunes luego de que nadie contestara las numerosas llamadas telefónicas que él mismo y otros amigos le hacían. El capellán sabía que Kinser sufría una grave depresión, y sus preocupaciones no fueron vanas: los policías encontraron los cadáveres de Kinser y su esposa Leila, de 40 años, en la casa donde ambos vivían.
Según datos preliminares recogidos por los diarios Il Gazzettino y Corriere del Veneto, Kinser estranguló a su mujer, oriunda de la ciudad rusa de Komsomolsk del Amur, el domingo de Pascua, mientras ella dormía en su cama. Posteriormente, el militar tomó un cuchillo de cocina y se inflingió heridas en distintas partes del cuerpo, hasta cortarse la garganta. Su cadáver ensangrentado fue encontrado en el cuarto de baño.
La pareja residía en una vivienda en la comuna de Pozzoleone, situada en la provincia de Vicenzo (Véneto, Italia), en el norte del país. En la puerta del dormitorio los agentes encontraron una nota escrita con sangre, que contenía la frase ‘I’m sorry’ (‘Lo siento’), seguida por el símbolo del corazón y la letra U. El capellán de Caserma Ederle confesó que el exmilitar le había dicho que se iba a matar «tarde o temprano».
El mayor Kinser estuvo a cargo de las investigaciones estratégicas de inteligencia del Ejército de EE.UU. en África hasta que se retiró en 2015, señala el periódico militar Stars and Stripes.
Había servido en Irak y después de pasar a retiro trabajó como contratista para la empresa Inverness Technologies, donde se ocupaba de un programa de asistencia para la transición de vida de los soldados, adscrito al Comando de Recursos Humanos del Ejército estadounidense.