¿Encajan los candidatos a la rectoría de la UASD dentro de esta tipología de rector o responden a una combinación creativa y esperanzadora de estos tipos de rectores?

Escrito por el profesor Génove Gneco

Primer Tipo de Rector o Rectora

El rector con trayectoria institucional se podría caracterizar como un político y hábil administrador forjado en las luchas internas de la propia organización. Es un producto de la misma universidad: en ella se formó, se desarrolló y trabajó; ha vivido en ella y para ella; conoce sus formas de funcionamiento, sus modos de proceder, los grupos de presión. Sólo de ella ha obtenido sus ingresos económicos. Conoce su maquinaria interna a tal grado que es una parte de ella. Está involucrado y a la vez condicionado por la propia organización. Como producto institucional, tiende a reproducir los modos de funcionamiento y dirección que él contribuyó a crear y que ahora hereda. Su conocimiento de la institución es a la vez su fortaleza y su prisión. Tiende a ver la universidad desde la propia estructura organizacional, la cual contribuyó a formar y de la que es parte. Ha cultivado ciertos valores, creencias y conductas institucionales que ahora le corresponde defender y perpetuar. Su interés en involucrarse en las luchas por el poder interno lo llevaron a rechazar las oportunidades de enriquecer su formación profesional y a no invertir la mayor parte de su tiempo en las actividades fundamentales de la universidad: la docencia y la investigación. La universidad ha sido su vida.

Segundo Tipo de Rector o Rectora

El rector con trayectoria académica es una persona formada en la tradición de la investigación y con prestigio en un área del conocimiento. Se distingue por abrazar en un inicio el compromiso con la investigación y la docencia y para ello se habilitó realizado su doctorado fuera de su institución. Es una persona que contribuyó a fortalecer la docencia e investigación en su centro de educación superior y labrarse un prestigio en él y fuera de él. Está arraigado en su universidad pero con un pie dentro de ella y otro fuera: participa en conferencias nacionales e internacionales y forma parte de grupos académicos a nivel nacional. Conoce otras formas de gestión y de organización universitaria por sus relaciones con otras instituciones. Cuenta con experiencias y referencias externas a su universidad para dirigir y conducir la propia. Tiene más referentes pero tal vez menos soporte interno. Su capacidad de investigación puede resultar de ayuda para la gestión, en el sentido de utilizar el método de la ciencia para observar, organizar y tomar decisiones. Ha cultivado los valores y costumbres de la academia. Busca, a la par de su prestigio personal, el institucional, pero su atracción por la investigación también puede ser un espacio para eludir la administración y la necesidad continua de la negociación y de la persuasión

Tercer Tipo de Rector o Rectora

El rector con Trayectoria Profesional es una persona emprendedora, forjada en un ambiente de competencia. Goza de prestigio local tanto al interior de la universidad como en su medio social. Se ha labrado un patrimonio por el ejercicio de su profesión más que por su actividad institucional. No conoce tanto a la universidad pero tiene habilidad e imaginación para aprovechar las circunstancias del entorno. Se adapta y retoma más fácilmente las políticas Estatales, tiene mayor disposición para quebrantar hábitos y costumbres institucionales, aspira a lograr un mayor vínculo de la universidad con la sociedad y tiene la experiencia, por su ejercicio profesional, de buscar eficiencia en el aparato administrativo. A diferencia de las trayectorias anteriores, es consciente de que su compromiso total con la universidad es temporal y sabe que una vez terminada esa etapa regresará a su ejercicio profesional. Cultiva los valores del “mercado” y de la “competencia” más que los académicos o institucionales. La universidad es una etapa de su vida, no su vida.

Cuarto Tipo de Rector o Rectora

El rector con Trayectoria Foránea es un hábil político forjado fuera de la institución. Su preparación doctoral le ha ayudado no tanto para hacer investigación sino como una carta de presentación para ocupar altos puestos en el aparato público. Su facilidad para negociar y su adscripción a grupos de influencias nacionales le ha permitido lograr reconocimientos externos, habilidad para organizar, coordinar actividades de diferente índole y resolver la mayor parte de los problemas que ha enfrentado. Tiene una percepción externa de la universidad que va a dirigir e identifica sus problemas. Tiene amplios referentes internacionales para ubicar la situación de su institución en el contexto nacional. Cuenta con fuertes apoyos externos, regionales y/o estatales para que, sin haber trabajado en la universidad, haya accedido a la rectoría.

Quinto Tipo de Rector o Rectora

El rector con Intención, Convicción y Compromiso para mejorar calidad y cantidad de los Productos y Servicios que como expresión de las metas a las que se compromete la Universidad a ofrecen a la Sociedad, en cada uno de su tres Ejes: Docencia, Investigación y Extensión, como respuestas a las apropiaciones Presupuestaria no que en termino Recursos Financieros se reciben del Gobierno Central contando previamente con la aprobación del Congreso Nacional. Por lo tanto este tipo de Rector está consciente de que debe apoyar y promover el control presupuestario de tales recursos.

Este tipo de Rector sabe para alcanzar ese objetivo hay múltiples caminos y formas no siempre coincidentes. Y por lo tanto, postula que posee el tacto para gestionar y manejarse con habilidad, para manejarse con sus dones de liderazgo empático en los momentos en que surgen las luchas entre varios grupos que legítimamente, o no, pugnan por preservar una forma específica de hacer las cosas. Él sabe, que coincidiendo con el fin, los grupos difieren en las prioridades institucionales, en la asignación de recursos, en la selección del cuerpo directivo, en la transparencia en la rendición de cuentas, en la forma y conducción de los órganos colegiados de gobierno, en la asunción de diversas medidas administrativas de evaluación y control. Así, se convierte la universidad en una arena pública donde se confrontan estas diferentes visiones que tienen líderes, grupos de apoyo; grupos que entran en conflicto y a la vez establecen alianzas, propician acuerdos. Estos grupos y sus líderes se mueven en varias lógicas: la propiamente académica, la burocrática y la estrictamente política. Su acción genera tensiones, conflictos entre ellos no tanto sobre los fines institucionales (retóricos al fin y al cabo) sino de las modalidades y mecanismos para alcanzarlos. Se trata entonces, de que el Rector auspicie el, estudio del poder y las políticas universitarias desde los anteojos de la ciencia política, para entender las peculiaridades ambigüedades y tensiones que habitan la producción de la conflictividad y el consenso en la universidad. La fortaleza del análisis es que deberá soportar en un consistente marco de referencia, tomado de las teorías políticas y aplicadas coherentemente a las situaciones de las universidades públicas, en una copiosa información institucional, en una perspicaz observación del acontecer en las universidades y en el estudio a profundidad de cinco de ellas.

Este tipo de Rector debe considerar un Título que sea más sugerente, ya Los rectores son príncipes, gerentes y burócratas como resultado de una tendencia hacia la personalización, en la figura del rector, de los procesos de cambio y de los logros institucionales… Los rectores son una figura «híbrida que combina las capacidades del político (El Príncipe de Maquiavelo) con el expertos del burócrata profesional o de sus consejeros de ocasión (fiel al modelo weberiano) y el gerente de las políticas institucionales, tal como la figura predilecta en el campo de la Nueva Gestión Pública)»

Esta esté Rector consciente de que el argumento central es «que los cambios tanto en el contexto como en el entorno de las políticas universitarias en los últimos años han modificado hacia lo peor sustancialmente a la Calidad de la Docencia, la ausencia de recursos para la Investigación, el Exceso de Personal Administrativo, que ha llevado a que la nómina del personal total sea equivalente al 90% del Presupuesto de la UASD, la creciente alta Tasa de Retiro de Asignaturas, ausencia de Supervisión Administrativas y falta total del Control Docente. Una debilitada gobernabilidad y gobernanza de afecta la educación superior en nuestra universidad, ya los cargos administrativos principales han sido asignados a los personeros internos y externos que financiaron con aportes financieros las campañas as electores de los actuales funcionarios principales electos que actualmente dirigen los cargos de Rector, Vice Rectores, Decanos y Directores de Escuelas. Esta tendencia al deterioro sido guiada por una lógica , de desadaptación hacia las exigencias y propuestas de los planes generales de desarrollo del Gobierno Central que ha propiciado el tránsito de una autonomía con adjetivos a una autonomía desconectada cada vez más por el Estado o por el mercado

Consciente de la necesidad de hacer modificaciones han dado lugar : Al desarrollo de un proceso paulatino de adaptación a las nuevas reglas del juego establecidas por las políticas públicas y privada sin que el análisis de ese proceso y las decisiones consecuentes pasen por los órganos tradicionales de gobierno; a un nuevo modo de gestión, calificada como estratégica, que recae en la persona del rector y de un nuevo grupo de administradores expertos en el manejo de las herramientas y formatos, hábiles para manipular indicadores y con ello dotar a los rectores de un nuevo vocabulario que los dota de una capacidad de negociación con los administradores de los recursos; a un estilo de gobernabilidad gerencial que «instruye» a los académicos y a la administración a acatar las nuevas disposiciones y a conseguir los resultados prometidos en un tiempo preciso so pena de no hacerse acreedores a nuevos recursos económicos. Pero lo más relevante es que después de sujetarse a todo este proceso, el Rector probablemente concluirá con lo que nos puede parece más significativo: «es difícil demostrar que exista una relación directa entre las reformas administrativas y organizacionales del gobierno universitario con la mejoría en la calidad del desempeño institucional»

Finalmente este tipo de Rector está convencido que como ser humano debe, como ha dicho Laurent Peter; saber que si es bueno y haces un buen trabajo en tu puesto actual, tenderás a ascender; y si en el nuevo trabajo continúas desarrollando tus funciones de manera eficiente, seguirás promocionando así sucesivamente hasta alcanzar un puesto en el que ya no lo harías tan bien y que determinaría tu nivel de incompetencia. Esto es algo que algunos de los aspirantes a Cargos Electivo en la UASD, no alcanzan a aceptar ni comprender.

FUENTE: CONSULTADA: Romualdo López Zárate* | Oscar M. González Cuevas Javier Mendoza Rojas*** | Judith Pérez Castro. Las formas de elección de los rectores Otro camino para acercarse al conocimiento de las universidades públicas autónomas

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