"Operación diplomática" para distender. Por presión de Washington, el gobierno turco "postergó" el ataque y desató una reacción nacionalista En el curso del lunes, cuando estaban a punto de iniciarse operaciones militares turcas en gran escala en el norte de Irak contra la guerrilla kurda, Washington presionó duramente al gobierno colaboracionista de Bagdad (compuesto por chiíes y kurdos) y, por intermedio del presidente de Irak, el kurdo Talabani, los "rebeldes" del PKK ofrecieron un "cese el fuego" unilateral que descolocó a las cúpulas militares de Ankara y le dio aire a Erdogan para anunciar una operación "diplomática" orientada a desactivar el conflicto militar. La medida desató una oleada de repudio entre la población y los sectores nacionalistas turcos que piden acciones inmediatas contra el PKK y el gobierno kurdo que lo protege. No obstante, y por los intereses en juego, los analistas estiman como inevitable el desenlace militar. Ignorando la presión de las cúpulas militares y de los sectores nacionalistas, así como de la población turca, que este martes salió nuevamente a las calles a pedir una acción inmediata contra el "terrorismo" kurdo que mató a 15 soldados turcos este fin de semana, el primer ministro Erdogan (un político "moderado" y especulador) cedió a la presión de Washington dejando en "suspenso" la operación militar contra el Kurdistán iraquí, e iniciando lo que denomina una "ofensiva diplomática" de cuyos resultados se descree tanto en Ankara, como en Washington y en Bagdad. LEER OTRAS NOTICIAS EN elcolosodemacorix.blogspot.com