Escrito por: Alfredo Álamo Lecturalia Blog
26-abril-2018.- Por desgracia, la literatura es una amante infiel. De entre sus cálidos brazos puedes pasar a la fría calle de un solo golpe; la fama y el reconocimiento, pueden ser tan efímeros como un sueño pasajero. Son muchos los escritores que han sufrido numerosos altibajos a lo largo de su carrera, pero los casos de grandes genios que acabaron sus días alejados, no sólo del reconocimiento, sino de una vida digna, son especialmente sangrantes.
Uno de los grandes autores de novela de aventuras de la historia fue el italiano Emilio Salgari. El creador de Sandokan vendió miles de sus libros por todo el mundo pero eso no se tradujo en dinero. Tras varios años de mal en peor, con graves problemas personales, Salgari se suicidó culpando a sus editores de la miseria en la que había vivido los últimos años. Hoy en día sus libros se siguen reeditando y son muchas las películas basadas en su obra.
De izquierda a derecha, los autores, Edgar Allan Pou, el italiano Emilio Salgari y Sándor Márai
Charlatán, borracho, mediocre, mentiroso y plagiario son algunas de las lindezas con las que la crítica americana calificaba a Edgar Allan Poe en su día. El maestro del horror nunca pudo mantener una buena racha que le durara más allá de unos meses y en el momento de su muerte lo encontraron desamparado en un banco. Si bien todos coincidían en que estaba recuperándose (incluso feliz), lo cierto es que Poe vivió sin conocer jamás el éxito y el reconocimiento del que goza hoy en día.
Herman Melville escribió una de las obras fundamentales de la novela moderna: Moby Dick, libro de obligado estudio y cuya fama es, hoy en día, mundial. Son varias las películas basadas en su obra y la ballena blanca de sus páginas es un icono popular con vida propia. Sin embargo, en el momento de su publicación, Moby Dick fue un absoluto fracaso y su carrera literaria pasó sin pena ni gloria. Perdió gran parte de sus posesiones y acabó sus días en en un pequeño trabajo y sumido en el alcohol.
Foto de Herman Melville
Benito Perez Galdós es uno de los autores claves para entender el siglo XIX español. Sus Episodios Nacionales son fundamentales en la historia de la literatura en castellano. Pese al éxito y fama que obtuvo, sus últimos años estuvieron marcados por la pobreza y el olvido en la ceguera. Sin embargo, a su entierro acudieron más de 20.000 personas.
Sándor Márai es un ejemplo de cómo pasar de ser un escritor reconocido y famoso en toda Europa a ser olvidado por todos. Durante los años 30, este autor húngaro era comparado a Zweig y Mann, pero tras la Segunda Guerra Mundial y el dominio comunista de su país se exilió. Su obra se prohibió en Hungría y nunca volvió a resurgir durante su vida. Se suicidó en Estados Unidos en 1989. Hoy en día su obra se ha recuperado y goza de gran prestigio.