Fuente Yahoo
14-junio-2018.- Hace unas semanas atrás, la familia Bancroft se disponía a disfrutar de un desayuno en IHOP de Hot Springs, Arkansas, EE.UU., un restaurante especializado en panqueques y waffles. Aunque no fue posible: William, su pequeño de 3 años que nació sin brazos, sentado en la mesa intentó colocarle con los pies jarabe a su plato y se acercó el gerente del local para recriminarles a sus padres que podría tener problemas con sanidad. Luego de una discusión, los Bancroft se retiraron.
«Cuando llegamos allí, lo llevé al baño y le lavé los pies para que pudiera comer. Le pregunté: ‘¿Les preguntas a todos tus clientes si se lavaron las manos antes de tocarlas?'», contó su madre, Alexis, quien describió la charla con el encargado en una publicación en su Facebook. De hecho, en la red social el empleado reconoció su error. «De verdad creo que fue un malentendido. Nunca haría algo así intencionadamente a su hijo. No era lo que pretendía», escribió.
«A William ya nadie puede devolverlo al momento anterior a aquello, al día siguiente ya no quería sentarse en la mesa para comer. Quería sentarse en una silla y no puede hacerlo», se lamentó Alexis Bancroft. Y explicó que el niño, al nacer sin brazos, aprendió esa técnica de utilizar los pies en terapia. De hecho, los «usa muy hábilmente para alimentarse».
Luego el presidente de IHOP, Darren Rebelez, se disculpó a través de un comunicado en el que aseguró que tanto la compañía como sus franquicias no toleraban la discriminación de ningún tipo. «Además, el franquiciado también capacitará a los miembros de su equipo para garantizar que se brinde a todos el nivel de servicio de IHOP, particularmente con respecto a los huéspedes con discapacidades», aseguró el ejecutivo.