Escrito por: Enrique Cabrera Vásquez
SAN PEDRO DE MACORIS.- 6.- marzo.- 2019.– La agudeza perceptiva del periodista Cesáreo Silvestre camina a cielo abierto en el tejido social de la Cultura Popular, lo hace con talento probado al documental la vida y producción artística del bachatero higüeyano Ramón Torre. En este cantante del pueblo la narrativa periodística adquiere una dimensión sustanciosa y amena dándonos a conocer a un compositor de hondo sentimiento que desde su formación empírica conmueve y llega al corazón humano con la alegría de sus canciones y la proyección de su nombre con sello de pueblo.
En este documental se pone a prueba la capacidad creativa del periodista Cesáreo Silvestre. Se valoriza a un hombre de extracción humilde que con ahínco y persistencia escala, penetra y trasciende su entorno para alegrar emociones y caminar por rutas de coloridos definidos. Es Ramón Torre, un cantante del ritmo bachata, un hacedor de nuevas entonaciones musicales, del gusto popular y también del sabor de un encanto que entusiasma e inspira; que llama la atención, y que se adentra por lo más apartados rincones de los sectores populares. En Ramón Torre la Bachata se acopla, se proyecta, y se empina con celeridad nunca vista.
La Bachata tiene una historia vistosa, sonora y ruidosa. Es el pueblo llano, el pueblo expresivo, dándose a conocer, difundiendo y compartiendo sus emociones con sentido sin tapujos ni formalidades pre concebidas. Es lo que expresa con notoria originalidad Ramón Torre, es el canto y las voces de aquellos sesgados en su habitad y que encuentran a través de esa expresión artística popular más que un escape una forma social y cultural de decir su sentimientos y emociones a riesgo de la incomprensión y el desdén elitista.
El documental narrativo de Cesáreo Silvestre nos muestra esa realidad oculta en la apariencia del convencionalismo y los límites que imponen normas desdeñosas de los encumbrados insensibles.
La obra artística de Ramón Torre enseña una realidad concreta, que el pueblo tiene su propia forma de manifestar lo que siente, su dolor, pena, alegría y anhelos, es lo que nos dicen sus composiciones a través de su voz musical. Y es lo que nos enseña con una armonía sincronizada en carne viva, con el corazón expuesto, la prosa bachatera de este humilde desvelador de sueño que incursiona con colorido popular y sustancia del alma.
Ramón Torre se suma a ese selecto elenco de hombres y mujeres que cultivó y cultiva ese género musical que motoriza el sincretismo o y a la idiosincrasia dominicana. En este sentido su nombre adquiere connotación histórica. A entrado a ese hibrido escenario musical para ocupar un sitial de respeto y admiración muy significativo.
Este documental muestra cómo se expresa el pueblo, pero también, el esfuerzo, la entrega y la vocación de un profesional de la comunicación que no se queda rezagado, que se adentra por el atrevimiento de la investigación, de la confrontación social, de la identidad cultural, para que el pueblo y la sociedad conozcan sin ningún tipo de contaminación prejuiciosa a Ramón Torre, artista y hombre de familia, con sus debilidades y virtudes, para que podamos apreciar no solo su calidad humana sino la altura de su contenido musical, que lo ha convertido en un artista de su género situado en un espacio de prioridad en el gusto de los bachateros dominicanos y más allá.