Jesús Feris Iglesia presenta libro «Pedro Mir y René del Risco Bermúdez en la literatura dominicana, de Enrique Cabrera Vásquez
El libro esta de venta en San Pedro de Macorís en Papelería y Librería Cactus, Almacenes Iberia y Almacenes Zaglul. También en Librería Cuesta y otros lugares en la capital dominicana
SANTO DOMINGO.- En la mañana del sábado 18 de enero Editora Santuario tuvo a bien reunir un grupo de destacados escritores e intelectuales nacionales y extranjeros para dar a conocer el libro, «Pedro Mir y René del Risco Bermúdez en la literatura dominicana, del reconocido periodista Enrique Cabrera Vásquez.
En la actividad el poeta y escritor de San Pedro de Macorís Ramón Perdomo leyó varios poesías de su autoría.
Entre el grupo de escritores se destacó la presencia de Alanna Lockward, Isael Pérez y Ramón Perdomo
También estuvieron presente el doctor Julio César Mota Acosta, Virtudes Álvarez y otros escritores cuyos nombres no pudieron ser recogidos. Más adelante actualizaremos esta información con los nombres de todos los participantes.
A continuación presentamos la ponencia leída por el doctor Jesús Feris Iglesias
Comentario al libro «Pedro Mir y René del Risco Bermúdez. De la autoría del amigo y hermano Enrique Cabrera Vásquez, cariñosamente «El Mellizo».
Escrito por: Dr. Jesús Feris Iglesias. Sábado 18 de enero 2013
Amigas y amigos aquí presente:
El lunes de esta semana (13-1-2014), recibí una llamada del amigo Isael para decirme que a qué dirección me podía enviar el libro del amigo mutuo Enrique Cabrera para hacer la presentación que me dispongo a realizar en estos momentos.
A pesar de tener una agenda sumamente apretada, en ningún momento titubee para buscar una excusa por el tiempo, ya que Enrique Cabrera Vásquez, ha sido mi amigo, compañero y hermano de tantas inquietudes y proyectos que no podía negarme a tan exclusiva petición. Gracias Isael y muchísimas gracias Mellizo por haberme elegido a tan honrosa elección para mí de hacer unos comentarios en la presentación de este libro sobre dos de los mejores poetas dominicanos que sin lugar a dudas nacieron y vivieron en San Pedro de Macorís.
El mellizo, como cariñosamente le decimos desde muy temprana edad ha tenido una vocación política y social en una época en que se inició la construcción de esta democracia irregular que hoy tenemos, pero que sin lugar a dudas ha sido mejor que la dictadura que vivimos todos los aquí presente durante nuestros años de niñez y adolescencia.
Esa vocación política vertical, inquebrantable e ideológica que Enrique posee, no ha variado al pasar los años y al pasar en el tiempo tantas vicisitudes como estar preso en varias ocasiones durante aquellos funestos doce años que siguieron a la guerra patriótica de abril de 1965. Por el contrario, cada tiempo transcurrido en cárceles, Enrique lo dedicó sin pérdida de tiempo a estudiar diversos temas de la vida y hoy podemos con orgullo decir que el Mellizo es periodista de profesión, político de las mejores causas con un pensamiento liberal y democrático, crítico literario, ensayista, poeta y connotado activista social en mejora del desarrollo de la población más necesitada del país.
Caña y Azúcar en la poesía de Pedro Mir
Don Pedro como cariñosamente y con todo el respeto que nos merecía le llamábamos, nació en el Guano. En la localidad donde existe aún el ingenio de tan funesto nombre, Cristóbal Colon. Desde su infancia fue impactado por las carencias como Vivian la mayoría de la población circundante a su lugar natal, especialmente en los bateyes. En una época de dictadura trujillista que fue una de las más crueles de todo el continente americano. Nadie podía protestar ni siquiera hablar en voz alta con sus amigos y familiares por el terror que imponía la dictadura, pero lo que no podía controlar ese régimen despótico y criminal era que lo que los adversábamos podíamos acumular en nuestros sentimientos el análisis situacional para demandar un país mejor, como sucedió más de treinta años después, con la desaparición del tirano, aunque permaneciera en el país en un porcentaje nada insignificante la mentalidad trujillista.
Enrique hace un recorrido amplio de las distintas corrientes del pensamiento literario universal en que de acuerdo al autor tuvieron alguna influencia poética en Don Pedro.
Así, recorre El Romanticismo que surge en Alemania en el siglo XV111. El Realismo que inicia en Francia a mediados del siglo X1X con Balzac y Stendhal cuya producción literaria conformó una estética cuestionadora de la realidad social reproduciendo en la misma, tal y como dice el autor, la situación social real del momento basado en la sencillez y la sinceridad.
El Naturalismo, también surgido con Emile Zola 1880. De acuerdo al autor, los investigadores y estudiosos de esta corriente literaria señalan que en su desarrollo y repercusión influyó «el positivismo de Augusto Comte, el Utilitarismo de Benhthan y Stuart Mill; el Evolucionismo físico de Darwin y social de Hebert Spencer que niega la espiritualidad del hombre al rechazar la intervención divina así como el materialismo histórico de Marx y Engels».
El Modernismo al finalizar el siglo X1X nacido con el libro de poesía azul de Rubén Darío -1890-1910. Movimiento estético contra el Realismo, imprimiéndole fuerza atractiva al Arte, la belleza, lo exótico y lo exquisito, cuyas nuevas manifestaciones expresan una sentida inconformidad frente a toda procacidad. El autor hace una cronología de los herederos de Darío y señala una lista bastante importante de autores latinoamericanos.
Finalmente señala como corrientes influyentes en Don Pedro el costumbrismo y el Criollismo que despertaron interés y simpatía en los intelectuales dominicanos, contribuyendo al desarrollo del sentimiento poético nacional. Enrique hace una descripción detallada de cada una de las corrientes mencionadas con maestría y concordancia con el pensamiento del Poeta Nacional.
Señala el Mellizo que Don Pedro «desarrolló su talento literario cultivando cuatro género: la poesía, el cuento, la novela y el ensayo. A la poesía Don Pedro le dio vida social y presencia humana en las metáforas de su vasta producción lirica a la angustia humana y la desigualdad social ante una realidad inconmovible que persiste imperturbable en la reproducción de un estado de cosas bochornoso y nefasto».
Debemos decir que así como el exilio es una tragedia que no debería repetirse en los dominicanos y dominicanas, una cosa mala como esa también trae otra como lo señala la dialéctica de la naturaleza. El hecho que Don Pedro viviera en el exilio, le dio la oportunidad de vivir en ambiente más democrático y pudo tener acceso a literatura vedada durante la dictadura, además de codearse con intelectuales que al igual que él tenían inquietudes progresistas cultivando una visión de futuro para nuestro país.
Sin embargo, la vivencia carencial de sus coterráneos sobretodo en su niñez y adolescencia lo llevó a formular poesías con gran contenido social como «Hay un país en el mundo», Contra canto a Walt Whitman» donde señala el autor que Don Pedro proclama con orgullo «yo, un hijo del Caribe, precisamente antillano. Producto primitivo de una ingenua criatura borinqueña y un obrero cubano, nacido justamente, y pobremente, en suelo quisqueyano».
Recuerdo cuando el Congreso de la República lo proclamó Poeta Nacional, que el ayuntamiento de San Pedro de Macorís le entregó un pergamino declarándolo hijo meritísimo de San Pedro de Macorís. Sus palabras fueron las siguientes, cito: «Por primera vez me siento macorisano, por que hasta este momento era del Guano». Como saben ustedes en muchas provincias del país en que no nace en el municipio cabecera, le llaman del lugar de nacimiento. En el caso de San Pedro, el que nace en Consuelo es de Consuelo, en San José de los Llanos es llanero, y así sucesivamente.
René. Sápido poeta de insondable efervescencia protagonizando afectos…Y sin embargo, René, tu muerte no está bien.
Como introito debo confesar que René del Risco y Bermúdez era el amigo más estrecho de mi hermano Miguel. Por lo tanto, compartí con él en múltiples ocasiones y como quien les habla era y es el favorito de mi hermano, René también me tenía un cariño especial.
Hijo primogénito de Doña América Bermúdez Escoto quien recientemente les celebramos sus 100 años de edad. Lucida mentalmente, maestra, historiadora, escritora, antiimperialista y antibalaguerista. Su padre, Víctor René del Risco Aponte, locutor con una voz propia para lo que desempeñaba.
René en lo personal fue una persona con gran sentimiento social e inquietudes revolucionarias. Cayó preso al develarse el Movimiento Clandestino 14 de Junio, donde fue torturado en la silla eléctrica y enviado al exilio en Puerto Rico. Participó en la guerra patriótica combatiendo al yanqui invasor y desde muy temprana edad tuvo una vocación por las letras, arte y muy especialmente por la poesía, el cuanto y los ensayos.
Autor de «El viento frío», poesía, «Ahora que vuelvo Ton», cuento. «El mundo sigue Celina», cuanto, «El cumpleaños de Porfirio Chávez». «No está bien, sin embargo», «La máscara«, cuento. Y muchas obras más, sin embargo nos dejó a los 35 años de edad por un accidente automovilístico en el Malecón de Santo Domingo.
Enrique señala en su obra que la trascendencia de René cito: «está en el sello exuberante de su poesía y ensayos literarios que lo identifica claramente con una posición social y política de principio, ello lo distingue de los apostatas y oportunistas profesionales que desde su podio de ridiculez se esmeran en promocionar el afán de lucro, la acumulación de riqueza y el individualismo anti humano», termina la cita.
Fue fundador junto a Miguel Alfonseca, Ramón Francisco y Marcio Veloz Maggiolo del grupo literario El Puño. Ha sido definido por sus biógrafos como el iniciador de la poesía social en la República Dominicana.
Finalmente, no podemos pasar por alto el esfuerzo literario de nuestro amigo, compañero y hermano Enrique Cabrera Vásquez por haber recogido en este ensayo las virtudes extraordinarias de dos petromacorisanos como Don Pedro Mir y René del Risco ya que los que se preocupan por mantener vivo el recuerdo de grandes prohombres son verdaderos patriotas y buenos dominicanos.
Gracias nuevamente por haberme dado la oportunidad de presentar esta obra tan maravillosa.