Las víctimas tenían marcas de disparos. A algunas les habían atado las manos y a otras bajado los pantalones.
CIUDAD DE MÉXICO (AP), viernes.- 09.- agosto.- 2019.- — Las escenas de los tiempos más sangrientos de la guerra contra el narcotráfico en México regresaron el jueves cuando la policía encontró 19 cadáveres en Uruapan, en el estado occidental de Michoacán: nueve colgaban de un puente vehicular, al lado de una pancarta con amenazas; otros siete estaban amontonados en una avenida y tres más cerca de ahí. Algunos habían sido desmembrados.
Con el hallazgo vuelven los asesinatos siniestros y llamativos cometidos por cárteles entre 2006 y 2012, cuando aparecían cadáveres apilados en los caminos para transmitir un mensaje a las autoridades y a grupos rivales.
Dos de los colgados del cuello con sogas y semidesnudos eran mujeres, igual que uno de los cuerpos desmembrados, informó en conferencia de prensa Adrián López Solís, fiscal de Michoacán. Explicó que los asesinatos parecían ser parte de una guerra territorial.
“Determinadas bandas criminales se disputan el territorio para controlar las actividades relacionadas con la producción, la distribución y el consumo de las drogas”, indicó. «Lamentablemente esa confrontación deriva en este tipo de acontecimientos que alarma, con toda justificación, a la población».
Las víctimas tenían marcas de disparos. A algunas les habían atado las manos y a otras bajado los pantalones.