Escrito por: Doris Pantaleón
Santo Domingo, sábado.- 04.- enero.- 2020.– Aunque los casos de lunares gigantes melanocíticos o Nevus Gigante Congénito, como el que afecta la niña Scarlett Álvarez, de 12 años, no son tan frecuentes en el país, en el Instituto Dermatológico y Cirugía de Piel (IDCP), se atienden casos de pacientes con esa malformación, la cual no tiene cura, los tumores por lo general son benignos, pero requieren mantenerse bajo observación médica periódica.
Así lo explicaron a esta radactora los dermatólogos Manuel Cochón Aranda y Mariel Isa, especialistas del IDCP, quienes señalaron que los casos de esa naturaleza son pocos pero existen en el país. Nacen con la persona y brotan con el crecimiento natural del cuerpo, pero que en cada paciente su comportamiento es diferente. Señalaron que las tumoraciones que presenta la niña están descritas, ya que son lesiones del mismo lunar.
Los especialistas fueron consultados en torno al reportaje publicado por Listín Diario que recoge el caso y testimonio de la niña Scarlett, residente en la comunidad Pajarito, del Ingenio Quisqueya en San Pedro de Macorís, que presenta esa condición en la piel que le tiñe de negro escamoso el cuello, la espalda completa y parte del brazo, además de pequeños puntos distribuidos en su cara y extremidades superiores e inferiores. Su deseo es de ser intervenida para eliminarle los tumores que le pican y sangran.
Los doctores Cochón Aranda, quien preside la Sociedad Dominicana de Dermatología, e Isa, señalaron que los casos que se reciben en el Instituto son atendidos, y al paciente se le da apoyo y seguimiento.
Explicaron que los Nevus o lunares melanocíticos están formados por células llamadas melanocitos que son los que producen pigmentos para la piel y se clasifican de diferentes formas, de unión, compuestos, intradérmicos y puede haber otras variedades dentro de los mismos.
Hay muchos de ellos -señalan- que pueden ser congénitos, o sea, que la persona nace con ellos; y otros que tienen una aparición más tarde, como es el caso que a una persona le surja un lunar intradérmico que con el tiempo se ponga más grande, que son esos lunares gruesos.
Recuerdan que los nevus melanocíticos congénitos tienden a permanecer toda la vida con la persona, su evolución depende de cada paciente, unos permanecen de manera benigna, estables y van creciendo con el desarrollo del cuerpo, rara vez presentan en su terreno otros tipos de lesiones que pueden evolucionar a malignas, por lo que requieren ser evaluados cada cierto tiempo.
Son raros pero aparecen. La doctora Isa recuerda que en los cuatro años de residencia médica que hizo en la especialidad solo vio un caso de Nevus Gigante Congénito, pero recordó que no hay estadísticas establecidas al respecto.
Los doctores explicaron que también se le llama nevus traje de baño debido a lo grande que son. Señalaron que en caso de esos lunares tan grandes no existe manera de eliminar ese tipo de lunar, por lo que se recomienda la vigilancia médica, ya que se debe hacer biopsia de cada tumor que surja.
Recuerdan que a veces es mejor no molestar los lunares y dejarlos tranquilos. Se estima que su frecuencia varía entre 1 por cada 6,000 nacimientos y 1 por cada 50,000.