Grupos de terroristas encapuchados la emprenden a tiros con armas automáticas contra los soldados y policías. El balance de estos ataques es de cinco soldados y policías muertos y más de 60 heridos. La gran prensa que apoya a estos sediciosos lo describe como «pacíficos» e indefensos manifestantes, y en cambio denomina al gobierno democrático y legal del presidente Maduro como régimen dictatorial, cruel y represivo.
CARACAS.- “Les voy a dar unas horas apenas a los chukis (guarimberos), a los asesinos que están ocupando la plaza Altamira y la avenida Francisco de Miranda».
“Les voy a dar unas horas apenas a los chukis (guarimberos), a los asesinos que están ocupando la plaza Altamira y la avenida Francisco de Miranda».
Credito: VTV
15 Mar. 2014El Jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro, aseguró que recuperará la paz de Altamira, al este de Caracas, luego de un mes de vandalismo desatado por sectores extremistas de derecha que ha destrozado bienes públicos y privados.
“Les voy a dar unas horas apenas a los chukis (guarimberos), a los asesinos que están ocupando la plaza Altamira y la avenida Francisco de Miranda, y si no se retiran, voy a ir a liberar esos espacios con la fuerza pública. Les doy unas horas a los chukis para que se vayan a su casa. No me voy a dejar chantejar”, garantizó al recibir en Los Próceres una marcha en respaldo a la Fanb.
“Hemos capturado a casi 60, de estos chukis. Los tenemos identificados y los tenemos capturados en la madrugada de ayer (sábado). Vamos con todo. Los vamos a capturar a todos, a los violentos, a los asesinaos y lo vamos a hacer con la constitución en el corazón, respetando los derechos humanos”.
Maduro adelantó: “El primer derecho que vamos a respetar es el derecho a la circulación de los vecinos de esa zona de Caracas, el de los niños de ir a la escuela, el derecho al trabajo, a la salud (…) Vamos a liberar la plaza Altamira. Chukis prepárense. En estas cuatro semanas y media hemos defendido el orden público”.
Un violento grupo de encapuchados ha atacado las adyacencias de la plaza Altamira destrozando fachadas de inmuebles públicos y privados, interrumpiendo la circulación vehiculas por las vías, quemando desechos en la calle y destruyendo principalmente instalaciones pertenecientes al Metro de Caracas.