La mala calidad del agua se ha convertido en una amenaza para la salud de los habitantes de San Pedro de Macorís, quienes solicitan la colaboración de organismos internacionales para solucionar el problema. El experto en sistema de tratamiento de agua, Jacinto Gerda, explicó que el 80% de la población de San Pedro de Macorís consume agua subterránea (de pozo) contaminada, lo que ha desatado una serie de enfermedades diarreicas, vaginales, auditivas y de la piel.
Aduce que ante la falta de orientación y asistencia del Gobierno para solucionar se hace necesario solicitar a países que tienen programas para mejorar la calidad del agua de consumo, como Estados Unidos, Canadá e Israel, que intervengan en solucionar ese mal.
Advirtió que el agua que se consume esa provincia se ha convertido en “residuo cloacal”.
Y ante la situación las autoridades de esa provincia se han hecho de la vista gorda, “no han sido capaces de enfrentar el problema a pesar de las denuncias y de los brotes diarreicos, las enfermedades vaginales, auditivas y de la piel”, deploró.
“Ante la falta de acción del Gobierno, debemos pedir ayuda a Estados Unidos, Israel y Canadá, que son especialistas en esa área, para que nos ayuden a mejorar la calidad del agua, ya que San Pedro de Macorís es un pueblo olvidado”, añadió. Gerda explicó que el sistema cloacal está obstruido porque mucho lo utilizan como un medio para verter basura y desecho que no son biodegradable, o sea objetos plásticos que impiden el paso de las aguas.
“Nosotros iniciamos un programa de orientación donde se le enseñaba a la gente cómo manipular los alimentos y limpiar el agua, pero desgraciadamente esos recursos que eran personal se me agotaron”, indicó. A su juicio San Pedro de Macorís es la provincia que consume agua más contaminada del país.
Gerda refiere que ese pueblo carece de un programa de ayuda y orientación y que el agua de las escuelas y colegios está altamente contaminada, porque no se le da ningún tipo de tratamiento.
El experto en tratamiento de agua abogó porque se instalen clorinadores, que él mismo diseña, a las escuelas, colegios, y a las instituciones, sociales y benéficas. Dijo que antes de abandonar el país quiere contribuir con la mejoría del líquido que se consume en San Pedro.