SANTO DOMINGO. República Dominicana «acusa una seria vulnerabilidad energética», afirma Pelegrín Castillo Semán, ministro de Energía y Minas. Con un consumo diario de 140 mil barriles de petróleo que debe importar, y de los cuales el 80% son derivados, el país sólo cuenta con una semana de reservas de combustible líquido, 12 días de gas licuado de petróleo, y 21 días de gas natural licuado.Puede ser un poco más, si se incluye algunas infraestructuras privadas de almacenamiento, «pero nunca superan el nivel crítico, en una región cargada de riesgo y volatilidades», dice el ministro.
Por si fuera poco, de forma «racional y peligrosa», el país concentra sus infraestructuras energéticas en la línea de su costa sur, entre San Pedro de Macorís y la Bahía de Ocoa.
Esta concentración es a «contrapelo de todas las recomendaciones de expertos y de lineamientos de políticas que se formularon hace más de 30 años», observa Castillo.
El funcionario expuso sus planteamientos, en el conversatorio sobre Gas Natural, efectuado en la mañana de este martes por la Mesa Redonda de la Mancomunidad y la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica.
Pelegrín Castillo propone que el Estado asuma un enfoque de seguridad energética a través de una política activa de exploración de hidrocarburo en tierra y mar, y mediante la diversificación de la matriz energética impulsando la reconversión a gas natural del parque térmico existente y la instalación de plantas a carbón de alta eficiencia.