Reportados 1.779 casos incluyendo 961 muertes
Washington, DC, 8 de agosto de 2014 (OPS/OMS).- La Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) llama a los países de las Américas a estar vigilantes y prepararse ante la potencial introducción del virus del Ébola en la región. La recomendación tiene lugar luego de que la Directora general de la OMS, Margaret Chan, declaró que el brote en África occidental es una «emergencia de salud pública de preocupación internacional» (ESPII).
El brote actual del virus del Ébola comenzó en Guinea en diciembre de 2013. Este brote implica ahora transmisión en Guinea, Liberia, Nigeria y Sierra Leona.
Hasta el 6 de agosto pasado, los países han reportado 1.779 casos incluyendo 961 muertes. Se trata del mayor brote de ébola jamás registrado.
La ESPII fue determinada por la doctora Chan a partir de las recomendaciones realizadas por el Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) de la OMS, el cual además sugirió medidas temporales con el fin de reducir la propagación internacional del virus, para tres grupos de países:
• aquellos donde hay transmisión del virus del Ébola;
• los países con algún caso posible o confirmado de la enfermedad, y aquellos no afectados que tengan fronteras terrestres con los Estados afectados;
• y todos los países. En ese sentido, para los países de las Américas, de momento, se aplican las siguientes recomendaciones del Comité de Emergencia del RSI de la OMS:
• No deben prohibirse de forma generalizada el comercio ni los viajes internacionales, aunque deberían aplicarse las restricciones definidas en estas recomendaciones con respecto a los viajes de los casos de ébola y sus contactos.
• Los Estados deberían proporcionar a los viajeros a zonas afectadas o de alto riesgo la información pertinente sobre los riesgos, las medidas para minimizarlos y consejos sobre cómo actuar en caso de posible exposición.
• Los Estados deberían estar preparados para detectar, investigar y atender casos de ébola, y ello debería incluir el acceso garantizado a laboratorios cualificados para el diagnóstico del virus y, cuando proceda, la capacidad para manejar los viajeros procedentes de zonas infectadas que lleguen a los aeropuertos internacionales o a los principales pasos fronterizos terrestres con enfermedades febriles de origen desconocido.
• La población general debería disponer de información exacta y pertinente sobre el brote de ébola y las medidas para reducir el riesgo de exposición.
• Los Estados deberían estar preparados para facilitar la evacuación y repatriación de sus ciudadanos (por ejemplo, profesionales sanitarios) que hayan estado expuestos al virus del Ébola.
“En estos momentos, todas las acciones en las Américas deben estar orientadas a prevenir el establecimiento de la transmisión local ante la eventual introducción de un posible caso importado”, afirmó el director del Departamento de Enfermedades Transmisibles y Análisis de la Salud de la OPS/OMS, Marcos Espinal.
En ese sentido, las autoridades nacionales de los países de la región deben poner en práctica las capacidades que han desarrollado como parte de la implementación del RSI. Esto implica que deben permanecer vigilantes para:
• detectar casos compatibles con ébola en viajeros;
• aislar casos compatibles o confirmados de ébola en hospitales que se designen y preparen para ese fin, adhiriéndose a las precauciones estándares de prevención y control de infecciones;
• identificar y dar seguimiento a los contactos identificados de los casos compatibles con ébola;
• generar conciencia en la población sobre el virus y comunicar los riesgos a los diversos actores de la sociedad.
En las Américas, los únicos laboratorios que pueden asistir a las autoridades nacionales con la confirmación diagnóstica son los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) y el Laboratorio Nacional de Microbiología de la Agencia de Salud Pública de Canadá, ambos centros colaboradores de la OPS/OMS.
La OPS trabaja con los países de las Américas para mejorar la salud y la calidad de la vida de su población. Fundada en 1902, es la organización internacional de salud pública más antigua del mundo.
Actúa como la oficina regional para las Américas de la OMS y es la agencia especializada en salud del sistema interamericano.