SAN PEDRO DE MACORIS.- .– La Sala Civil y Comercial de la Suprema Corte de Justicia condenó a la empresa M M Tecnología Médica, propiedad de los señores Juan Delgado y Mayra Báez a la suma de $500.000 a favor del doctor Ysrael Gil Carrasco, quien había demandado a la los hoy condenados por incumplimiento de contrato por la compra de equipos médicos que éste hizo a la mencionada empresa. (Foto de Mayra Báez)
El dispositivo de la sentencia indica que el tribunal fue apoderado en fecha 17 de noviembre del 2010, y en consecuencia revoca parcialmente la sentencia emitida por la Corte de Apelación del Distrito Nacional y Comercial, impugnada por los condenados en primera instancia, y dispuso acoger la demanda original incoada y ordena la devolución de la suma de Quinientos Mil Pesos (RD$500.000), más los intereses a partir de la interposición. La sentencia original disponía que se le devolviera la suma de una millón deciento cuarenta mil pesos por concepto del pago del precio de los equipos comprado, así como, el pago de 300 mil pesos por los daños morales causados al doctor Gil Carrasco; esa sentencia fue apelada por Juan Delgado y Mayra Báez, y en esta ocasión el tribunal de la Suprema Corte condenó a la empresa M M Tecnología Médica al pago de 500 mil pesos en favor del doctor Gil Carrasco.
La Suprema al momento de evacuar su sentencia tomó en cuenta el párrafo 11 del Art. 5 de la Ley sobre Procedimiento de Casación que establece lo siguiente: «No podrá interponerse el recurso de casación, sin perjuicio de otras disposiciones legales que la excluyen, contra: las sentencias que contengan condenaciones que no excedan la cuantía de doscientos (200) salarios mínimos del más alto establecido para el sector privado, vigente al momento en que se interponga el recurso(…).»;
El doctor Gil Carrasco había interpuesto demanda contra la empresa M M Tecnología Médica en razón de que le había comprado equipos tecnológicos para servicios de diagnósticos médicos pero esa empresa a pesar de haber recibido la totalidad del pago por los mismos nunca cumplió con su compromiso. Todo lo contrario desde el primer momento que se le reclamó que cumpliera exhibió una actitud desafiante, llena de arrogancia, soberbia, prepotencia y provocación. Juan Delgado y Mayra Báez, desde que se inició el proceso de demanda han mostrado un comportamiento irrespetuoso al extremo que nunca asistieron a las audiencias, a pesar de ser debidamente citado. Los acusados se apoyan en su poder económico y social y en su tráfico de influencia para desconocer sus responsabilidades sociales y empresariales, es más, dan connotaciones de que cuentan con poderes judiciales, políticos, sociales y económicos para desconocer cualquier decisión de justicia emanada por cualquier instancia de justicia. En abierta actitud de burla expresan que bajo ninguna condiciones nadie lo obligará a hacerlo cumplir la sentencia que ahora lo condenó a pagar medio millón de pesos en favor del doctor Gil Carrasco, así como el pago de las costas.