Escrito por: Manuel Antonio Ozoria
SAN PEDRO DE MACORIS. La policía de esta ciudad informó el apresamiento de un jovencito menor de edad a quien acusa de haber matado de un disparo a un hombre en el batey Margarita del municipio Consuelo, provincia de San Pedro de Macorís.
En la vispera la policía había informado que un hombre murió al recibir un disparo de manos de un menor, en una finca del batey Margarita del municipio de Consuelo.
La víctima del hecho fue identificada como Joel Soriano Javier, de 24 años, quien residía en el batey 14 de ese municipio.
Soriano Javier murió luego de recibir un disparo en el tórax ocasionado por un menor, cuyo nombre se omite por razones legales.
La referida finca está ubicada entre los bateyes Margarita y El 14.
El cadáver fue llevado de inmediato a la Regional de Patología que funciona en el hospital Antonio Musa, de esta ciudad, para fines de necropsia.
En este mismo orden, la policía informó el apresamiento del menor de 17 años, por haber ultimado a un hombre en el batey Margarita del municipio de Consuelo.
El menor es hijo de Rosanna Yenó, residente en el mismo batey, quien utilizó una escopeta de fabricación casera para cometer el hecho.
Está acusado de ultimar a Joel Soriano Javier, de 24 años, residente en esa misma comunidad de un cartuchazo en el tórax.
El menor dijo a la policía al ser cuestionado que se encontraba en el lugar pintando una casa que cuidaba y el hoy occiso le pidió que le mostrara el arma que tenía guardada y cuando se la estaba mostrando se le escapó el disparo que le ocasionó la muerte.
El informe policial dice que Yoandi Antonio Casimiro Rodríguez, residente en el batey, se encontraba pintando una casa junto al victimario y un hermano de éste y en ese momento llegó el occiso en una motocicleta a buscarlo y escuchó cuando le dijo a uno de ellos que le mostrara el arma que él tenía y ambos se fueron a una casa pequeña que está dentro de la finca, donde sucedió el hecho.
Dijo que cuando acudió al lugar vio a Joel Soriano Javier que salía ensangrentado con la mano en el abdomen y el victimario con las manos en la cabeza, manifestando que se le había escapado el disparo y que había herido a su amigo.
El arma está en poder de la Policía Científica para fines de experticia.