Foto de Temístocles Montás, miembro del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

(EFE). 26 de Mayo del 2015.- El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo y miembro del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Temístocles Montás, arremetió este martes contra el expresidente Leonel Fernández, al que atribuyó una «ambición desmedida de poder» que pretende ocultar con «medias verdades».

Así se pronunció en referencia al discurso pronunciado anoche por el exmandatario, quien condicionó su apoyo a una eventual modificación constitucional a la celebración de un referendo en el que participe, al menos, el 60 por ciento de los electores.

En su alocución de ayer, Fernández calificó de «ineficiente e inaceptable» un proyecto de ley que modifica la Constitución para permitir la reelección presidencial consecutiva, y que beneficiaría al actual mandatario del país y compañero de su partido, Danilo Medina.

Para Montás, el discurso del expresidente es «una acumulación de medias verdades que buscan ocultar una ambición desmedida de poder», publicó hoy el ministro en su cuenta de Twitter, donde acusa a Fernández de querer permanecer en el poder más tiempo que el expresidente Joaquín Balaguer.

«Bosch decía que Balaguer quería morir en el poder, y gobernó 22 años. El expresidente Fernández quiere superar a Balaguer», opinó Montás, que agregó que «lo que (Leonel) no le dice al país es que ya gobernó 12 años, que quiere ahora a 16. Después querrá 20, y de ahí ‘pa lante'», escribió en su perfil.

Además, consideró que el exmandatario «se presenta como un defensor de la institucionalidad, pero violenta la institucionalidad de su partido», ya que «por primera vez en la historia del PLD un presidente de la organización se coloca por encima de su organismo, ignorando su existencia».

Montás opinó que Fernández «le falta el respeto a sus compañeros cuando no menciona la decisión del Comité Político y plantea la propuesta de reforma como iniciativa de legisladores».

Para el ministro, el expresidente «se resiste a aceptar la realidad de que ya no tiene la antorcha» y «la lección de todo esto es que no debemos permitir el desarrollo de liderazgo mesiánico. Así no se construye institucionalidad», concluyó.