SANTO DOMINGO.– Invitada por la Fundación Friedrich Ebert Stiftung y con la coordinación del diario digital El Grillo, estuvo en el país la comunicadora mexicana Aleida Calleja del Observatorio Latinoamericano de Regulación, Medios y Convergencia con la finalidad de debatir sobre el periodismo y la concentración mediática en la República Dominicana.
Luego de dos horas y media de discusión y debate sobre un tema tan delicado en nuestro entorno, Calleja cerró su participación llamando a la reflexión sobre la necesidad de que “la concentración de los medios de comunicación en la República Dominicana es una situación que no es evidente en la región, y debe ser una tarea pendiente para indagar y hacer visible en procura de asegurar en el país el cumplimiento con la libertad de expresión, el pluralismo y la diversidad.
Para llegar a esa reflexión final Aleida escucho con detenimiento las opiniones de un grupo de comunicadores de diferentes medios de comunicación del país, así como profesionales de otras áreas quienes, desde sus perspectivas exponían sus pareceres sobre la concentración de medios en el país, una realidad que se impone en el sistema mediático dominicano.
Para el escritor Andrés L. Mateo el proceso de concentración de medios de comunicación se convierte en un escudo de protección de las riquezas de grupos económicos y políticos, quienes recurrieron a los medios para defenderse. “Existe una simbiosis entre el poder político y el poder económico.
“Los políticos adquieren emisoras, plantas televisoras para atrincherarse con fines electorales.. Cambian los roles y pasan de ser un receptor de noticia a un emisor, pero esto no determina ni incide en el orden social en nuestra sociedad”, comentó el escritor al mismo tiempo que daba algunas pinceladas sobre otras formas en que el Estado incide en la gestión mediática y refirió, por ejemplo que el Ministerio de Educación tenía planificado para invertir en publicidad y comunicación 113 millones de pesos para todo el 2015 y al 30 de junio habían erogado por ese concepto la suma de 800 millones de pesos.
Para Altagracia Salazar el tema se torna más complejo y saca a colación la red de periodistas y productores de televisión y radio que están al servicio del estado. “la pluralidad de los medios no define ni la agenda nacional ni tampoco defiende los derechos de la ciudadanos. Mientras sigamos con una red de periodistas contratado por el gobierno para que asuman las posturas oficialistas”.
La Morena no tardó mucho en afirmar que son las arcas del estado lo que define lo que sale en los medios de comunicación y no los dueños de diarios. “Más que la concentración de la propiedad de los medios de comunicación en el país tenemos un grabe problema ético alrededor del ejercicio periodístico”.
Cristóbal Rodríguez, abogado de profesión, destaca que cuando llegamos a la concentración de medios es por que ya la democracia está en descomposición. “No es posible llegar a tener democracia con la propiedad de los medios en las manos de unos pocos. Se quiebra el equilibrio entre el pluralismo político, la libertad de expresión y la diversidad de información a la que deberían tener derechos los ciudadanos.”
Rodríguez terminó su participación sacando a colación como en un medio impreso de circulación nacional la columna de opinión de un ex presidente de la República ha sido utilizada como titular del medio como si fuera realmente un contenido informativo y no la opinión particular de un individuo. “Una línea editorial estrictamente para desinformar”.
Mientras para German Marte, editor de la versión digital del periódico El Día la concentración de los medios no es necesariamente el mayor de los peligros que atenta contra el ejercicio periodístico. “La autocensura por cobardía, por comodidad, por miedo a no a atreverse a desafiar el poder puede ser un elemento aún mucho más peligroso”.
Lo que si dejo muy claro Aleida Calleja es que tener muchos medios no significa tener pluralidad “Debería haber un equilibrio entre los 3 sectores que inciden en el negocio de la comunicación: la parte comercial, lo público pero no gubernamental y lo comunitario, social, independiente, ese poder que no esta ligado a partidos políticos ni a grupos religiosos, que representa a una comunidad y debe mantener independencia editorial”.
Calleja afirma que si tenemos un dueño que tiene más del 70% de los medios de comunicación, entonces tenemos un problema de pluralismo.
“Es necesario legislar para que se pluralice y se faciliten el acceso a las asignación de las frecuencias de radio y televisión. Mientras esto no ocurra como las comunidades pueden tener acceso a tener medios electrónicos de comunicación”, afirma la periodista mexicana.
Resalta el hecho de que en los Estados Unidos una empresa puede ser propietaria solo de un medio de comunicación, lo tienen establecido como ley por considerar que, en el caso de que los medios se queden en unas pocas manos atenta contra la libertad de expresión.
Sobre la posición que se adopta de que el acceso al internet, la existencia y proliferación de medios digitales y la incidencia de las redes sociales democratiza el acceso a la información es una verdad a media en América Latina, pues todavía más de un 50% de la población no tiene acceso a internet y esto hace que su nivel de penetración se limitado.
“Además hay que desmontar el mito de que en la red todo es libertad pues los dueños de las plataformas tecnológicas que usamos regularmente solo podemos encontrar la información que ellos quieren que encontremos”, a propósito de los motores de búsquedas, el posicionamiento de la información y los últimos cambios que han tenido redes sociales como Facebook.
En ese mismo orden Aleida destaca que la gente siempre va a preferir la información gratuita que se sirve por radio y televisión.
“Estamos llamados a generar modelos de medios democráticos y diversos. Que cumplan con presionar al gobierno, crear sociedades más inclusivas, menos desiguales y el periodista juega un papel fundamental en que los ciudadanos conozca sobre esta realidad “.
Al final Aleida nos deja con más preguntas que respuestas, pues no es tan solo la concentración de la propiedad de medios de comunicación en las manos de unos pocos, es también el control del estado de los medios de comunicación a través de inversiones publicitarias, el mantenimiento de una red de comunicadores todos con anuncios del gobierno lo que los amarra a defender las posturas del oficialismo. Sumarle a esto la forma en que los políticos se alzan con las frecuencias y la clara evidencia de la ausencia total de medios de comunicación comunitarios que no existen en el país.
Lo que si quedo claro es el compromiso de empezar a profundizar en el asunto de la propiedad de medios, en la participación del estado y los partidos políticos en el control de medios de comunicación, en la gestión desde los poderes económico y político y como esto inciden y marcan la pauta de la agenda pública nacional sin ser necesariamente los temas de políticas públicas que necesitan los ciudadanos.