PAKISTAN.- El mulá Omar, el guía tuerto, el fanático líder terrorista de los talibanes que impuso con mano de hierro la aplicación de la ley islámica cuando el fin del siglo XX llegaba a Afganistán, ha muerto. Así lo anunció el Gobierno a finales de julio, asegurando que el hombre más buscado del país, el fantasma tras el que se escondían los atentados más terribles de los últimos años, había fallecido.
Nadie lo había visto desde 2001, cuando Estados Unidos invadió Afganistán en la resaca del atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York. El régimen talibán acababa de hacerse mundialmente conocido por destruir los budas gigantes de Bamiyán, una escena que conmocionó a la opinión pública mundial.
Pero fue la decisión del mulá Omar de dar cobijo al líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, lo que selló el fin del régimen talibán en Afganistán.
Desde entonces, el mulá tuerto se escondía en las montañas dirigiéndose esporádicamente a sus seguidores con motivo del Ramadán (el ayuno musulmán) y manteniendo un halo de secretismo, que hizo que su existencia real dejara de ser incluso importante.
Así lo dijo el Gobierno afgano al asegurar que Omar llevaba muerto desde abril de 2013 y que lo hizo en un hospital de Pakistán, algo que este país ha negado por activa y por pasiva, asegurando siempre que no mantiene contactos con los talibanes.
El pasado 29 de julio los servicios secretos afganos filtraron a la prensa internacional la muerte del mulá Omar. Oficialmente el Gobierno afgano se limitó a decir, inicialmente, que estaba estudiando una información cursada por el Gobierno paquistaní en ese sentido, pero no confirmaba el extremo.
Fue en horas de la noche de ese mismo día cuando, de manera coordinada, el Directorio Nacional de Seguridad (NDS, siglas en inglés), a través de su máximo responsable, Abdul Hassib Sediqi, y posteriormente el presidente del país, Ashraf Gani, en la red social Twitter, confirmaban el final del enemigo público número uno del país.
“El Gobierno de la República Islámica de Afganistán, basándose en información creíble, confirma que el líder de los talibanes, el mulá Omar, murió en abril de 2013 en Pakistán”, dijo Gani en la mencionada red.
Sediqi dijo a Efe que la muerte del líder insurgente ocurrió en un hospital de la ciudad paquistaní de Karachi.
“El mulá Omar estaba enfermo y fue hospitalizado hace dos años y cuatro meses en un hospital cercano a la ciudad de Karachi. Murió en el hospital, pero no sabemos si falleció por una enfermedad o por otro motivo”, agregó.
“Teníamos esta información desde hace dos años, pero ahora es más fiable”, añadió.
La noticia terminó de ser definitiva al día siguiente, cuando los propios talibanes confirmaron el deceso de su líder.
“El liderazgo del Emirato Islámico (como los talibanes denominan a Afganistán) y la familia del mulá Omar, anuncian que el fundador del Emirato Islámico y su líder Amir-ul Momineen (Príncipe de los Creyentes) ha muerto debido a una enfermedad”, informó el grupo insurgente en un comunicado enviado por su portavoz Zabihullah Mujahid.