Escrito por: Lipe Collado
REPUBLICA DOMINICANA.- Sábado 27 febrero 2016.- Mientras por un lado el suficientemente claro debilitamiento del PLD, por frenos estructurales y algunos fraccionamientos importantes, y los disgustos y alejamientos de los leonelistas, incluyendo al líder Leonel Fernández, son factores que conspiran contra el triunfo en primera vuelta del presidente candidato Danilo Medina, por otro lado Luis Abinader aparece en riesgos de declive político que lo alejarían de las posibilidades en las primera y segunda vueltas, siendo el principal la clara división interna, con el importante fraccionamiento de las fuerzas de Fello Suberví, y las insensatas presiones del poco acreditado Hipólito Mejía para que él escoja de compañera de boleta a su desconocida hija Carolina, lo que podría traducirse en una positiva compactación del PRM a la vez que en un enfriamiento y alejamiento de peledeistas leonelistas y de otros que se han adherido a su oferta.
Como ella no es nadie ni en términos públicos ni en términos políticos como para darle sustentación a su candidatura presidencial, su papá Hipólito tendría que montársela a caballito y hacerle la campaña, ¡y vaya usted a saber del desestilo de Hipólito y todo lo que vendría por ahí ! (”No más palabras señor Magistrado”).
Así como el presidente Medina está en la encrucijada de llevar de compañera de boleta a Margarita Cedeño de Fernández –quien tácticamene nunca ha dicho ni “esta boca es mía” en defensa de su esposo-, el candidato Abinader está forzado a llevar de compañero o compañera de boleta a una figura que la sola mención de su nombre concite la atención y adhesión de votantes o cuando menos lo vean como salido del vientre popular, a saber, al médico Féliz Antonio Cruz Jiminián, honesto y de profunda raigambre popular, o a David Ortiz o a Pedro Martínez, o al coronel Francis Caamaño hijo, de reconocido temple y honestidad, a más de ser una fotocopia humana de su padre Francis Caamaño, héroe nacional cuyos restos descansarán en el Panteón Nacional.
Si quiere acrecentar sus posibilidades, pues, “no hay de otra”, en razón de que así podría equilibrar su imagen “de blanquito” –“de riquito”- y neutralizaría el “efecto Hipólito,” el de que “ni contigo ni sin ti tienen mis penas remedio, contigo porque me matas” (…).
Aunque tiene ahora por delante el “afaire” de su ex asesor de campaña apresado por corrupción en Brasil, el presidente Medina encampana exitosamente su reelección con todo y el aumento del costo de la vida en las principales ciudades, la sobre presencia haitiana y devaneos dubitativos de su gobierno, siendo el principal la fallida autorización de tropas extranjeras en el país.
A la par de todo lo anterior, en la medida en que el reeleccionismo y la candidatura de Luis Abinader se debiliten irá in crescendo el impulso subterráneo de “los Vinchos”, que han penetrado al estilo “underground” ciertos recónditos dormidos de la conciencia nacional.
…De todas maneras, el espectro político electoral continúa difuso. Y es lógico. Aún estamos a 17 días de cerrarse el plazo para inscribir todas las candidaturas en juego. Esperemos, pues, porque “no hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague”.