MADRID. (elmundo.es). Una buena noticia para los pacientes diabéticos. Por primera vez, un fármaco oral para la diabetes muestra en un ensayo clínico su eficacia para reducir el riesgo de muerte cardiovascular entre quienes lo consumen. Según un estudio presentado en el Congreso Europeo de Cardiología y publicado en la revista The New England Journal of Medicine, los pacientes que tomaron este medicamento presentaron un riesgo de morir por un problema cardiaco o vascular un 38% menor.
“Esta es la primera terapia para diabetes que muestra efectos robustos en la reducción de mortalidad cardiovascular. Es verdaderamente una buena noticia”, ha señalado Bernard Zinman, principal autor del estudio y director del Centro de Diabetes del Hospital Monte Sinaí (Toronto, Canadá).
La principal causa de muerte de las personas con diabetes tipo 2, la que se produce por el sobrepeso y la falta de ejercicio, es la enfermedad cardiovascular. Parece que disminuir las cifras de glucemia tiene un impacto sobre la mortalidad por causas cardiacas y vasculares, sin embargo, hay controversia en ese sentido, sobre todo ningún antidiabético oral ha mostrado una reducción del riesgo de muerte y porque otros han sido asociados con mayores efectos adversos.
De hecho, el más conocido en este sentido es Avandia, que se utilizó durante años para reducir el azúcar en sangre y que posteriormente se comprobó que aumentaba un 43% el riesgo de muerte cardiaca. De hecho, desde entonces (2008) la FDA, la agencia que regula los medicamentos en EEUU, obliga a todas las farmacéuticas a realizar ensayos clínicos para demostrar la seguridad de sus fármacos y no sólo su eficacia a la hora de disminuir la glucemia.
Ese es el caso del estudio que ahora se publica y que puede marcar la diferencia, aunque en medicina y sobre todo cuando se habla de fármacos, siempre hay que ser cautelosos hasta que se dispongan de datos a largo plazo. Lo que se ha visto ahora no obstante no es baladí porque son resultados muy buenos detectados en un ensayo clínico realizado con 7.020 pacientes. Los participantes fueron asignados a tres grupos de tratamiento durante un tiempo medio de 3,1 años, en uno de ellos se administró 10 miligramos de empagliflozina, o Jardiance -como así se ha bautizado comercialmente al fármaco-, en otro 25 mg del mismo medicamento y en un tercer grupo una sustancia inactiva o placebo.
El trabajo, realizado por investigadores del Hospital Monte Sinaí y de la Universidad de Toronto (Canadá), ha sido financiado por las las farmacéuticas Lilly (la misma que produce el fármaco) y Boehringer Ingelheim.
Las compañías ya habían anunciado estos resultados positivos el pasado mes, aunque ha sido ahora cuando se han publicado para hacerlos coincidir con su presentación en el Congreso Europeo de Diabetes. De hecho, las acciones de Lilly han aumentado este jueves su precio a 89,98 dólares.
En él, los participantes, que procedían de 42 países distintos, tenían diabetes tipo 2, un índice de masa corporal medio de 30, es decir que tenían una obesidad de grado 1, una edad media de 60 años y ya tenían un problema cardiovascular, por lo que tenían un riesgo alto de infartos de miocardio o de ictus.
Después de un seguimiento medio de tres años, se comprobó que los que tomaron Jardiance tuvieron un 38% menor de muerte cardiovascular, incluyendo las producidas por infartos o ictus. Sin embargo, no hubo diferencias significativas en infartos o en ictus que no terminaron en muerte. Por otro lado, los que tomaron el antidiabético tuvieron un riesgo un 32% menor de morir por cualquier causa y un 35% menos hospitalizaciones por insuficiencia cardiaca.
Eliminar la glucosa por la orina
“Es una buenísima noticia pero en medicina siempre hay que matizar las cosas. Habrá que ver en posteriores estudios si hay algún pero o si la reducción de infartos u otros efectos es mayor en algún subgrupo de pacientes. La medicina, ahora más que nunca, trata de individualizar las terapias y dar a los pacientes la asociación de fármacos que más le convenga a cada uno”, señala Noemí González Pérez de Villar, endocrinóloga del Hospital Universitario La Paz de Madrid.
Esta especialista apunta que todavía no se sabe si los otros dos fármacos que forman este grupo de medicamentos llamados glucosúricos tienen el mismo efecto, algo que se sospecha, o es sólo un beneficio que aporta empagliflozina (Jardiance).
Los inhibidores del cotransportador de sodio glucosa tipo 2, como así se llaman por su nombre completo a estos fármacos, funcionan forzando la eliminación de la glucosa a través de la orina, con ello generan además eliminación de líquidos y otros efectos como reducción de la tensión arterial sistólica, aumento del colesterol HDL (el bueno) y disminución de uno o dos kilogramos de peso. Por este motivo, señala la endocrinóloga de La Paz, “tal vez el efecto positivo de empagliflozina se deba a la disminución de la glucosa, pero como tiene estos otros efectos, quizás sea todo en global lo que haga reducir la mortalidad”.
Como explica Almudena Castro, presidenta de la Sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española del Corazón, “en Cardiología estamos contentos por los resultados”. Y porque todo parece indicar que los otros glucosúricos, canagliflozina (Invokana, de Janssen-Cilag) o dapagliflozina, (Forxiga, de AstraZeneca y Bristol-Myers) tendrán el mismo efecto en la mortalidad cardiovascular que empagliflozina, aunque esto es algo que no se conocerá hasta el próximo año cuando terminen otros dos ensayos que hay en marcha. “Todavía no lo sabemos”.
“Hay pocas terapias en medicina cardiovascular que hayan mostrado una reducción de un tercio en el riesgo de muerte cardiovascular”, ha declarado al diario The New York Times Steven Nissen, responsable de medicina cardiovascular en la Clínica Cleveland que no está vinculado a este trabajo.
No obstante, ni Zinman ni otros expertos se atreven a decir todavía que Jardiance debería ser ahora el tratamiento de elección. Además, en función de los datos del estudio, este medicamento podría no ser idóneo para todas las personas con diabetes tipo 2, que pueden tener menor riesgo de problemas cardiovasculares que los participantes de este ensayo.
El tratamiento de un año con este fármaco, que en EEUU supone un coste de 4.000 dólares, en España está financiado por Sanidad aunque requiere de un visado específico. Su uso está indicado en aquellos pacientes que no responden a la metformina, el tratamiento de primera línea.
Debido a que el mecanismo de acción de Jarcian es la eliminación del azúcar por la orina, entre sus efectos secundarios está el aumento de las infecciones del tracto urinario y genitales. Recientemente, la agencia que regula los medicamentos en Estados Unidos, la FDA, expresó su preocupación porque fármacos similares a éste, dentro del grupo de los glucosúricos, podrían causar fracturas de hueso y aumentar la acidez sanguínea. Sin embargo, en el estudio no se han visto estos problemas.