Con antelación lo advertimos y denunciamos el fraude electoral que se avecinaba, que ya estaba en marcha. Por considerarlo de interés tenemos a bien recordar la publicación que hicimos al respecto.
El fraude electoral del PLD y la JCE
La involución axiológica del PLD y la reelección de Danilo Medina
El continuismo peledeista ha hilvanado un plan avieso para robarse las elecciones del 2016. Entre ellos, excluir de cada mesa electoral entre 20 y 30 inscrito del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y de otras conocidas personas de la oposición. Para ejecutar su propósito fraudulento, entre los cuales estarán las exclusiones y el dislocamiento de los votantes, el PLD cuenta con el hermético control que tienen de la Junta Central Electoral y de las Altas Cortes, Tribunal Superior Electoral y el Tribunal Constitucional, así como del control que tienen de la mayoría de los medios de comunicación y la nomina de más de 5 mil comunicadores pagados, quienes de inmediato montarán una aparatosidades comunicacional negando el fraude y calificando el certamen como limpio y transparente al tiempo de descalificar toda denuncia en cuestión. Parte de este plan no es nuevo ya ellos lo aplicaron en parte en las pasadas eleccionesdel 2012. El mismo irá acompañado de una gigantesca campaña de sugestión psicológica a la población, así como de mentiras y calumnias contra la oposición y en particular contra Luis Abinader. Campaña sucia. Sobre la base de comprar miles y miles de cédula, tal y como ocurrió en la pasada elecciones del 2012, el PLD gobernante pretende quedarse en el poder.
En estos momentos de tensión propiciada por el camino reeleccionista la patria agredida por la delincuencia peledeísta nos convoca a la unidad y a la lucha por un destino mejor. Repudiar y enfrentar la reelección viene a convertirse, en medio del zarandeo a la institucionalidad del país, en un deber patriótico. Es poner a prueba nuestro nivel de conciencia pública ante una imposición despótica y abominable. Si el PLD se empecina en cerrar la vía democrática del relevo constitucional; si insiste en burlarse de la voluntad popular, retorciendo adrede la realidad de los hechos a sus intereses y conveniencias sectaria; manipulando instituciones que deben estar al servicio de la estabilidad, la gobernabilidad y el sosiego público. Si el PLD gobernate continúa con su agresión incontrolable a la institucionalidad, entonces estará obligando al pueblo a tomar el justo sendero de la desobediencia y la rebeldía. Ya lo sentenció muy expresivamente la Declaración Universal de los Derechos Humanos: es esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión.”
La involución axiológica del PLD y la reelección de Danilo Medina