>Clamando por la vida del Río Higuamo

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Por: Enrique Cabrera Vásquez, periodista científico

SAN PEDRO DE MACORIS.- Quizás sea un clamor en el vacío. Una voz solitaria ignorada ex profeso por las autoridades competentes que se niegan a enfrentar con coraje y valentía la caótica situación que le afecta. Pero huelga que insistamos en el asunto hablando por escrito sobre el flagelo que lacera el Río Higuamo de la ciudad de San Pedro de Macorís.
Y es que el deterioro creciente de sus aguas, la contaminación de su existir. La arrabalización social, el asesinato de sus peces, fauna, flora y entorno ambiental nos obliga a ello. El Río Higuamo siempre será motivo de reflexión y de lucha por su supervivencia.

Sobre su pasado, presente y futuro se han escrito miles de cuartillas. En su nombre se han lanzado centenares de manifiesto y proclamas. Este río tan manoseado en la referencia intelectual y literaria de la historia de nuestra comunidad oriental muere. Si, esta muriendo paulatinamente. Sus pulmones ya han sido tomados por empresas y particulares que le lanzan sus desperdicios y desechos industriales tóxicos. Cruelmente, con asechanza y alevosía lo están eliminando lentamente.

Tras aquel decreto 112-5 emitido por el entonces presidente de la República doctor Joaquín Balaguer se pensó en ese momento que amparado en las disposiciones del Decreto-Ley se emprendería alguna acción punitiva contra sus agresores; ingenuamente llegamos a considerar como realmente serias ciertas actitudes y pronunciamientos de algunas autoridades y de algunos empresarios en la ocasión. Desde esa fecha hasta el presente todo has sido bla, bla, bla, bla y nada más.
Las plantas de tratamiento se han quedado en los papeles. Los compromisos de saneamiento solo fue allante y aguaje de los principales de la situación. La descontaminación de sus aguas y desarrabalización de su contorno y entorno ha sido un montaje de prensa con fines politiqueros.

El río Higuamo, al igual que el Maguá de Hato Mayor, y otros tantos del país; ha sido convertido en kilométrica cloaca común. Quienes a despecho de la contaminación de sus aguas se han ganado millones para dejarlo en los grandes casinos, sus amantes y corridas licenciosas tratarán siempre de entorpecer cualquier iniciativa sincera a favor del río Higuamo; solo atinarán a hablar sandeces para entretener y nada mas, asumiendo poses teatrales, cínicas y demagógicas. Jamás levantarán una posición clara y responsable para salvar el río Higuamo.

Petróleo, aceite, materia fecal y toda clase de basuras, inmundicias y desperdicios tóxicos dañinos van a parar al Ríos Higuamo. A ello se suma el saqueo de sus propiedades naturales.

Algún día vendrá una generación que se sublevará contra los cumplidos convencionales y sociales para sustentar la magna tarea de rescatar a la República Dominicana de la vorágine del desorden y la corruptela dominante. Solo así podremos de verdad salvar todos los ríos nuestros entre ellos nuestro ancestral Río Higuamo de San Pedro de Macorís.
Sepultemos la barbarie gobernante, luchemos todos y triunfaremos…

¡Vida permanente para el Río Higuamo!