El estudio podría confirmar una hipótesis acerca de la propagación de las enfermedades infecciosas.
23 de julio 2016.- Arqueólogos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) han encontrado en la provincia de Gansu, en el noroeste de China, restos de heces humanas con parásitos intestinales de más de 2.000 años que podrían confirmar la hipótesis de que la Ruta de la Seda, el más importante eje comercial entre Europa y Asia en la antigüedad, fue además un vector para la propagación de enfermedades infecciosas.
El estudio, publicado en ‘Journal of Archaeological Science’, analizó muestras biológicas de ramas de bambú utilizadas para limpiarse en las antiguas letrinas. En ellos se encontraron huevos de cuatro parásitos intestinales: ‘taenia asíatica’, ‘ascaris lumbricoides’, tricocéfalo y duela hepática china. Este último, al ser menos frecuente que los demás dada su reducida distribución geográfica en toda Eurasia, fue objeto de un análisis más detallado.
Esta especie de platelminto que afecta la vesícula biliar y los conductos biliares es el responsable de una enfermedad conocida como clonorquiasis, la tercera parasitosis más frecuente del mundo. Su larva es consumida por un caracol de agua que se enquista en el musculo de un pez y luego es consumido por el ser humano.