El Estado dominicano es indolente e indiferente con los envejecientes, le pone trabas burocráticas para no pensionarlos, además, cuando logran alcanzar este derecho lo sacan de la Seguridad Social, quitándoles el seguro médico.
La marcha fue vigilada por agentes de la Policía y de la Amet.
Escrito por: Katheryn Luna
Santo Domingo,martes 13 de septiembre 2015.- Decenas de cañeros volvieron a reclamar ayer frente al Ministerio de Interior y Policía que se les otorgue residencia permanente y pensiones.
Los trabajadores de la caña acudieron con pancartas en manos y entonaron cánticos alusivos a su solicitud, vociferando que “no hay azúcar sin cañeros” y que quieren “residencia permanente”.
Jesús Núñez, coordinador de la Unión de Trabajadores Cañeros de los Bateyes (UTC), deploró que aún el Estado no ha cumplido con los acuerdos migratorios de contratación de jornaleros braceros y que no se haya otorgado la residencia permanente a los cañeros ni a sus descendientes.
Dijo que en esta ocasión acudieron a entregar un documento al ministro de Interior y Policía, Carlos Amarante Baret, con una lista de 3,182 cañeros que tienen solicitud de pensión pertenecientes a las provincias Monte Plata, San Pedro de Macorís, La Romana, Hato Mayor y El Seibo, así como de los municipios Santo Domingo Norte, Este y Oeste, sin contar que aún faltan los de Puerto Plata, Barahona y otras demarcaciones.
Indicó que el presidente Danilo Medina solo ha otorgado 2,709 residencias, pero solo en el Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS) hay más de tres mil solicitudes de pensión de cañeros que llegaron al país con contratos de trabajo. “Estamos diciendo que ese camino hay que concluirlo, estamos diciendo que por obligación nosotros necesitamos que el gobierno cumpla con los contratos migratorios de contratación de braceros, del 23 de diciembre de 1959”, apuntó.
Exigen que se les permita solicitar la residencia permanente a los trabajadores de la caña con la solicitud de pensión que les fue otorgada por el Instituto Dominicano de la Seguridad Social (IDSS) y con sus comprobantes de trabajo y de cobro.
“En las 14 provincias cañeras y sus 411 bateyes residen más de 50 mil trabajadores de la caña que llegaron en los años 1958 y 1970 y nunca más han regresado a Haití y han contribuido al desarrollo social y económico del país, y sin embargo viven en el anonimato”, criticó Núñez.