Periodistas y escritores de República Dominicana condenan el asesinatos de comunicadores ecuatorianos

Por: Agencia EFE

SANTO DOMINGO, 14 abril, 2018 .- El Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), y la Asociación de Escritores y Periodistas Dominicanos (ASEPED) condenaron el asesinato en cautiverio de los dos periodistas y el chofer del diario El Comercio de Ecuador, secuestrados el 26 de marzo, y luego asesinados.

El periodista Javier Ortega (32), el fotógrafo Paúl Rivas (45) y el conductor Efraín Segarra (60) habían sido tomados como rehenes en la localidad costera de Mataje, limítrofe con Colombia, donde realizaban un reportaje sobre la violencia que al final segó sus vidas.

El asesinato de los tres trabajadores de El Comercio enluta al periodismo de toda la región. Exhortamos a las autoridades de Ecuador y de Colombia a que realicen su mayor esfuerzo para hallar y juzgar a los responsables de este violento y lamentable hecho.

El CDP y la ASEPED repudian las acciones que en el territorio nacional y en casi toda América Latina y el Caribe se comenten contra los periodistas, especialmente aquellos que se expresan en el periodismo de investigación, que les duele a los políticos, narcotraficantes, empresarios y otros poderosos, que temen a que los pueblos conozcan la verdad de los acontecimientos.

Hoy día, el periodismo de investigación es el que más se arriesga, en el orden personal del periodista o reportero, y de todo el equipo que lo realiza, como el caso ocurrido con los periodistas ecuatorianos asesinados.

Ese tipo de periodismo se enfrenta a los mayores poderes existentes: los políticos, los gobernantes, los traficantes, y a los poderosos económicamente; y enfrenta la corrupción, el tráfico de mercancías y personas, las influencias políticas, el abuso de poder, y delitos.

El periodista de investigación, es una persona con total capacidad de manejo de fuentes y se caracteriza por ser valiente, ya que muchas investigaciones realizadas pueden traer al periodista, reportero o investigador, asuntos legales, es decir juicios, amenazas de muerte, entre otras series de problemas que pueden afectar al iniciador de una investigación.

Reiteramos nuestro repudio a los autores del asesinato de Javier Ortega, Paúl Rivas y Efrain Segarra, ecuatorianos, quienes investigaban acciones de narcotraficantes, y por eso perdieron sus vidas.

 

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